Periodistas de ‘El Faro’ en El Salvador fueron espiados con Pegasus durante gobierno de Bukele

Periodistas de ‘El Faro’ en El Salvador fueron espiados con Pegasus durante gobierno de Bukele
El 24 de septiembre pasado, Bukele dedicó parte de su conferencia para descalificar a El Faro. Dijo que Hacienda investigaba al periódico por evasión de impuestos y lavado de dinero. Tomada de elfaro.net


Reporteros, editores, directivos y personal administrativo de El Faro, medio salvadoreño, fueron espiados con Pegasus, software de espionaje de la empresa israelí NSO Group, entre junio de 2020 a noviembre de 2021, durante la administración del presidente Nayib Bukele.

Así lo dio a conocer El Faro, este miércoles 12 de enero de 2022, luego de conocer los resultados del análisis practicado a los aparatos telefónicos del medio de comunicación por Citizen Lab, laboratorio especializado en ciberseguridad de la Universidad de Toronto, y en el que participó Access Now, organización que vela por la protección de los derechos digitales.

Este proceso, validado por Amnistía Internacional, se realizó de septiembre a diciembre de 2021 y concluyó que “los aparatos telefónicos de 22 miembros del periódico fueron intervenidos con Pegasus. Desde jefaturas editoriales, periodistas, miembros de Junta Directiva y personal administrativo, el equipo permaneció bajo constante vigilancia entre al menos el 29 de junio de 2020 y 23 de noviembre de 2021″, publicó El Faro. Fueron 17 meses de espionaje continuo y 226 intervenciones.

NSO Group ha declarado que solo vende el software de espionaje Pegasus a gobiernos y siempre bajo la autorización del Ministerio de Defensa israelí.

El fundador y director de El Faro, Carlos Dada, dijo: “no nos ha sorprendido sabernos intervenidos, sino la cantidad, frecuencia y duración de estas intervenciones. Casi todo El Faro ha sido intervenido. Todo apunta, según los peritajes que hemos analizado, a que el responsable de estas intervenciones es el Gobierno salvadoreño, que está utilizando el software para espiar y obtener ilegalmente información alojada en los teléfonos de periodistas.

Agrega que las intervenciones a los miembros del periódico no solo fueron constantes durante más de un año, sino que coincidieron en muchos casos con días concretos en los que se publicaron investigaciones que marcaron agenda, en los que ocurrieron acciones gubernamentales de trascendencia nacional e incluso eventos en la vida personal de algunos de los miembros de El Faro intervenidos.

Durante el tiempo que ocurrieron las interceptaciones varios de los periodistas hackeados llevaban a cabo investigaciones sobre la negociación entre el Gobierno y pandillas, el robo de alimentos destinados a la pandemia por parte del director de Centros Penales y su madre, las negociaciones secretas de los hermanos del presidente Bukele para la implementación del Bitcoin,  “El gabinete oculto de venezolanos que gobierna con Bukele y su familia”, el patrimonio de los funcionarios del actual Gobierno, el manejo de la pandemia o un perfil del presidente Bukele, publicó El Faro.

El análisis de los teléfonos de este medio se hizo de forma paralela con el medio digital salvadoreño GatoEncerrado. Allí se pudo confirmar 17 intervenciones de Pegasus. Tres de su miembros, el editor jefe, la coordinadora de Política y una reportera tuvieron intervenciones entre el 10 de septiembre de 2020 y el 4 de noviembre de 2021, concluyó la investigación.

Con anterioridad se ha conocido que periodistas, políticos y activistas de derechos humanos en México, Marruecos, Arabia Saudí, Hungría, India, Azerbaiyán, entre otros países fueron intervenidos con Pegasus.

En Panamá, este software fue usado cuatro años antes de que esa misma tecnología se empleara para vigilar más de 50 mil celulares de periodistas, activistas, sindicalistas y políticos de diversas naciones del mundo. Según el Ministerio Público, Pegasus entró al país en 2012 y se usó hasta mayo de 2014.

El presidente panameño, Ricardo Martinelli (2009-2014) fue llevado a juicio en dos ocasiones acusado de espionaje político a 150 personas, entre ellas políticos, periodistas y empresarios. Fue declarado “no culpable”.


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