Policías y expertos complicaron al expolicía Derek Chauvin en el juicio por la muerte de Floyd

Policías y expertos complicaron al expolicía Derek Chauvin en el juicio por la muerte de Floyd
El exagente escuchó sin inmutarse los testigos. Archivo


Policías y médicos especialistas complicaron con sus testimonios a Derek Chauvin en la segunda semana del juicio contra este exoficial de policía blanco acusado de matar a George Floyd arrodillándose en su cuello por más de nueve minutos en mayo de 2020, en Minneapolis.

El exagente escuchó sin inmutarse a los testigos explicar que ese procedimiento era “desproporcionado” a la actitud sumisa del afroestadounidense de 46 años, y contrario al código policial de la ciudad, entre otras declaraciones opuestas a los argumentos de su defensa.

El jefe de policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, testificó el lunes que retener del cuello, como Chauvin a Floyd, es una violación de la política de la institución.

Esa maniobra no es “parte de nuestra política, ni de nuestro entrenamiento, y ciertamente no es parte de nuestra ética o valores”, dijo.

“Podría ser razonable en los primeros segundos para controlarlo, pero no una vez que ya no ejerció ninguna resistencia, y especialmente no después de que se desmayara”, dijo.

Arradondo negó “con vehemencia” que hubiera “un uso apropiado de la fuerza en esta situación”.

El jefe policial se esmeró por diferenciar a Chauvin de los 700 policías bajo su mando, destacando la “energía, tiempo y recursos” dedicados a su formación.

Jody Stiger, especialista en uso de la fuerza de la policía de Los Ángeles, declaró el miércoles que Chauvin hizo uso de una “fuerza letal” desproporcionada en el momento en el que Floyd “estaba en la posición de decúbito prono” y no mostraba resistencia.

“Un oficial solo puede usar un nivel de fuerza que sea proporcional a la gravedad del crimen o al nivel de resistencia”, sostuvo.

“La presión... causada por el peso corporal podría causar asfixia posicional, lo que podría causar la muerte”, dijo.

El experto reconoció que Floyd inicialmente se “resistió activamente” a la detención, pero dijo que había “dejado de resistirse lentamente”. El agente debió “haber dejado de usar la fuerza”.

Durante 20 años, dijo, la policía ha sido entrenada para sentar a un sospechoso de lado o sentado cuando está esposado.

Reconocido en su rama de la medicina y especialista en respiración, Martin Tobin brindó el jueves un testimonio claro sobre los últimos minutos de la vida de Floyd.

Murió por la falta de oxígeno mientras yacía boca abajo sobre el asfalto, con las manos esposadas y bajo la presión de Chauvin en su espalda, cuello y costillas.

“Floyd murió por un bajo nivel de oxígeno”, señaló. “Esto causó daño a su cerebro”, y arritmia, un latido irregular del corazón, que hizo que su “corazón se parara”, explicó Tobin.

“Con cada respiración tiene que luchar contra el asfalto, tiene que luchar con el bajo nivel de aire que aspira al intentar levantar las rodillas de los policías” que le aprietan las manos esposadas contra la caja torácica, explicó a la miembros del jurado, utilizando fotografías y bocetos.


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