El presidente Joe Biden expresó el viernes su “gran preocupación” por la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia y agregó que Estados Unidos analizo el tema con Rusia y Bielorrusia.
“Es una gran preocupación”, dijo Biden. “Comunicamos nuestra inquietud a Rusia...Comunicamos nuestras inquietud a Bielorrusia”, añadió.
Por su parte, la Unión Europea afirmó este viernes que se registraron “progresos” para frenar el flujo de migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, después de que Turquía prohibiera a los ciudadanos de Siria, Irak y Yemen que tomen vuelos con destino a Minsk, pero la tensión se mantiene viva.
Bajo la creciente presión de los países occidentales que la acusan de orquestar la crisis, Bielorrusia llevó a cabo ejercicios militares conjuntos con Rusia y advirtió que tomará represalias “severas” ante cualquier ataque.
La Unión Europea (UE) acusa a Bielorrusia de organizar estos movimientos de migrantes, entregando visados e incluso fletando vuelos, con el fin de intentar crear una crisis migratoria en Europa, en respuesta a las sanciones internacionales contra el gobierno de Alexánder Lukashenko.
Las autoridades europeas intentan desde hace varios días frenar los arribos a Bielorrusia contactando a países de Oriente Medio para convencerles de que impidan a migrantes embarcar en vuelos con destino a Minsk.
Turquía, un importante centro de tráfico aéreo entre Oriente Medio y Europa, prohibió el viernes a los ciudadanos de Siria, Irak y Yemen que tomen vuelos con destino a Bielorrusia desde su territorio “hasta nuevo aviso”.
Poco después, Irak dijo que repatriará a migrantes de su país bloqueados entre Bielorrusia y Polonia que así “lo deseen”.
Pese a la presión de Occidente, Lukashenko puede contar con el apoyo de su principal aliado, el presidente ruso Vladimir Putin.
Tropas aéreas rusas y bielorrusas realizaron el viernes “ejercicios de combate” cerca de la frontera entre Bielorrusia y Polonia, según anunciaron Minsk y Moscú. Durante las operaciones, dos soldados rusos fallecieron accidentalmente, debido a que sus paracaídas no funcionaron correctamente.
Estas maniobras, así como el despliegue de personal militar en la zona fronteriza por parte de Minsk y Varsovia, hacen temer una escalada en Europa del Este, escenario de una lucha de influencias entre Moscú y Occidente.
Bruselas y Washington expresaron el viernes su preocupación por los movimientos militares rusos más al sur, en la frontera entre Rusia y Ucrania.
Tras una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU el jueves, varios países, incluyendo Estados Unidos, Francia y Reino Unido, acusaron a Bielorrusia de intentar “desestabilizar a los países vecinos”.
El año pasado, la UE y Estados Unidos impusieron una serie de sanciones a Bielorrusia después de la brutal represión de un movimiento de protesta provocado por la controvertida reelección de Lukashenko, en el poder desde 1994.
Bruselas anunció que dará a conocer nuevas sanciones contra Lukashenko la próxima semana.


