Después de medio siglo de feroz enfrentamiento, la guerrilla del ELN y las fuerzas armadas están por primera vez en tregua en Colombia.
Comprometidos desde febrero en una negociación de paz en Quito, el gobierno y los rebeldes pactaron un alto al fuego que empezó a regir desde las 00:00 de este domingo 1 de octubre y se extenderá hasta el 9 de enero.
Es la primera vez que el ELN (Ejército de Liberación Nacional) acepta una medida de este tipo desde que se levantó en armas en 1964.
Con este acuerdo, las partes pretenden avanzar hacia la terminación definitiva del último conflicto en América, tras el convenio que alcanzó el presidente colombiano Juan Manuel Santos con las FARC y que permitió el desarme de esa poderosa guerrilla y su transformación en partido político.
“A partir de este momento, y como lo dijo nuestro Comandante Nicolás Rodríguez, el ELN cumplirá el cese al fuego bilateral de manera plena”, dijo la delegación de paz del grupo insurgente en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, el alto al fuego estuvo precedido de una jornada violenta que dejó cinco muertos, incluidos tres policías y un líder del ELN.
Los uniformados fueron emboscados en una zona del suroeste donde, según la policía, opera el grupo en tregua y disidentes de las FARC que se apartaron del proceso de paz.
Las primeras pistas apuntan hacia los segundos como responsables del ataque. Entretanto, el ejército anunció la muerte de un jefe del ELN, conocido como “Carro Loco”, durante una operación de comandos especiales el sábado en el noreste del país.
La agrupación guevarista había lanzado una ofensiva en los días previos que afectó uno de los principales oleoductos del país y dejó un soldado muerto.
El derrame de crudo contaminó varios ríos de los departamentos de Norte de Santander y Arauca, fronterizos con Venezuela. Aun así, Santos confía en que el cese de acciones “sea el primer paso para lograr la paz” con el ELN, la última guerrilla activa que reconoce el gobierno.
“Como en toda tregua hay riesgo de incidentes, pero las dos partes están muy maduras y las órdenes que han dado son muy explícitas y muestran que la voluntad de paz es real”, dijo a la AFP el politólogo Víctor De Currea-Lugo, experto en la agrupación insurgente.
El alto al fuego con el ELN, de raíces cristianas y que nació bajo el influjo de la Revolución cubana, va más allá del terreno militar.
Con unos mil 500 combatientes, los rebeldes se comprometieron a detener los ataques petroleros, la toma de rehenes, el reclutamiento de menores de 15 años y la siembra de artefactos explosivos.