La muerte de “Pimpina” se difundió por redes sociales la noche del 29 de julio, cuando las protestas postelectorales tomaron calles, avenidas y barrios de Caracas y de distintas zonas del país.
Carapita (parroquia Antímano) la zona popular en donde vivía el joven en la capital venezolana, no fue indiferente a las movilizaciones. Varios videos confirman que allí también rechazaron el anuncio del Consejo Nacional Electoral que declaró a Nicolás Maduro como presunto ganador con una multitudinaria manifestación. En medio de esos reclamos, a ‘Pimpina” lo mataron con un balazo en la frente. La foto del momento se hizo viral.
Según el fiscal general de Venezuela, la represión no es tal sino que le piden a un gordito que se tire al piso para verterle salsa de tomate y perpetrarle un acto de necrofilia.
— Los Herederos de Alberdi (@LHDA16) July 31, 2024
Los muertos ya superan la decena y los detenidos son más de 700.
El kirchnerismo en silencio. pic.twitter.com/mLo9dQJw4o
El miércoles, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, mostró en una rueda de prensa, difundida por el canal de televisión estatal, la foto de “Pimpina”, a la par de la declaración de un joven moreno y más delgado, vestido con franela roja, que aseguraba que él era el de la imagen y que se había echado salsa de tomate en el rostro para simular su muerte.
Pero todo ese montaje resultó ser falso. “Pimpina” sí existió y su nombre era Aníbal José Romero Salazar y tenía 26 años. Era un joven obrero que desde hace algunos años había salido de su natal Caripito, estado Sucre, a ganarse la vida. Así lo confirmaron sus allegados a Monitor de Víctimas.
“Pimpina” no tenía familiares en Caracas y por su muerte solo habían respondido sus amigos y vecinos del barrio. Por eso se retrasaron los trámites para el retiro de su cadáver. Este jueves, sus parientes comenzaron las gestiones en la morgue de Bello Monte para llevar sus restos a Sucre.
Los allegados del obrero no saben quién lo mató. Sin embargo, Marino Alvarado, miembro de Provea, indicó que testigos del hecho afirmaron que los disparos en medio de la manifestación provinieron de funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET), adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
La PNB también está presuntamente involucrada en el asesinato de otro manifestante: Euris Junior José Mendoza Royé, de 24 años, a quien mataron en horas de la noche de esa misma jornada de protestas en las adyacencias del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales de Antímano, en la misma parroquia donde vivía “Pimpina”.
Según esos testigos, los policías impidieron durante más de media hora que “Pimpina” fuese trasladado a un centro de salud. Aunque estos mismos aseguraron que lo llevaron al Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, a donde llegó sin signos vitales, fuentes especializadas confirmaron a Monitor de Víctimas que allí no quedó registro de su ingreso.
El joven es la vigésima víctima mortal en las protestas postelectorales que se han registrado en Venezuela desde la noche del 28 de julio, luego de que cerraron los centros de votación. Todos fueron asesinados con armas de fuego.
Distrito Capital, donde mataron a “Pimpina”, es la región del país con mayor cantidad de víctimas: siete en total. Seguido de Aragua, con cinco; Zulia y Miranda, con dos cada uno, y Táchira, Yaracuy, Carabobo y Bolívar.