Un fiscal dijo el lunes que dos evaluaciones de salud mental determinaron que James Holmes, acusado de una matanza en un cine de Colorado, Estados Unidos, estaba cuerdo.
Fueron las primeras afirmaciones públicas sobre lo que varios siquiatras concluyeron tras evaluar al exalumno de Ciencias Neurológicas acusado de matar a 12 personas y herir a 70 en un cine durante el estreno de la película Batman a la medianoche.
La declaración del fiscal de distrito George Brauchler fue el comienzo de un largamente esperado y emocionalmente cargado juicio para determinar si Holmes es ejecutado, pasa el resto de sus días tras las rejas o es enviado a una institución siquiátrica.
Holmes se declaró inocente por razones de locura a 166 cargos, que incluyen homicidio premeditado, intento de homicidio y un cargo por explosivos, tras la matanza en un cine de un suburbio de Denver el 20 de julio de 2012.
Los hechos se mantienen como una de las peores matanzas en la historia de Estados Unidos y el hecho de que Holmes fue el único agresor nunca estuvo en duda. Fue arrestado en el cine con un arsenal de armas encima y en su vehículo.
Su destino depende de si el jurado decide que no estaba en condiciones de diferenciar el bien del mal debido a una enfermedad mental hace tres años, cuando entró al cine, comenzó a lanzar gas lacrimógeno y recorrió los pasillos disparando a los que trataban de huir.
"Al otro lado de esta puerta hubo horror. Al otro lado de esta puerta hubo balas, sangre, cadáveres. Al otro lado de esta puerta un individuo que pensó que su carrera había acabado, perdió su amor por la vida, perdió el propósito de su vida, ejecutó un plan", dijo Brauchler, de pie junto a lo que parecía ser un modelo a escala del cine, todavía cubierto por una tela negra.