Las autoridades de Puerto Rico decretaron el martes el estado de emergencia tras un terrible sismo de magnitud 6.4 que provocó la muerte de una persona en el sur de la isla caribeña, que apenas lucha por recuperarse de la devastación que dejaron en 2017 los huracanes Irma y María.
El sismo se registró a las 04H24 locales (08H24 GMT), a 13.6 kilómetros al sur de la ciudad de Ponce, informó el instituto geológico de Estados Unidos (USGS), que rebajó su medición inicial de 6,6.
El centro de alerta de tsunami emitió una advertencia inicial de inmediato, pero luego fue cancelada.
Las ciudades sureñas de Guayanilla, Yauco, Guánica y Ponce fueron las más afectadas. Varios coches quedaron destruidos, aplastados bajo casas construidas sobre pilotes de hormigón.
El temblor, que sorprendió a los habitantes en medio de la noche, dejó al menos una persona muerta. Un hombre de 73 años murió en el pueblo de Ponce cuando un muro se derrumbó sobre él, informó El Nuevo Día, el diario más grande de Puerto Rico.
Ocho personas también resultaron heridas en Ponce, dijo la alcaldesa del pueblo, Mayita Meléndez, a la estación de televisión local WAPA.
Usuarios de las redes sociales describieron la fuerza del terremoto. "Todo el mundo está despierto y aterrado", escribía una habitante de Puerto Rico en Twitter.
En Guayanilla, la población estaba en "pánico", según el alcalde de la ciudad, Nelson Torres Yordán. La Iglesia de la Inmaculada Concepción, construida en 1841, se derrumbó parcialmente bajo la fuerza del terremoto.
Por la mañana, los habitantes buscaron entre los escombros estatuas y otras reliquias que aún estaban intactas.
El famoso chef hispanoamericano José Andrés anunció en Twitter que su organización benéfica World Central Kitchen había comenzado a distribuir comidas preparadas a las personas de las zonas afectadas, así como lámparas de energía solar.
La infraestructura local también fue dañada. Los deslizamientos de tierra bloquearon parte de la red de carreteras en el sur de la isla y la Autoridad Nacional de Electricidad (ANE) confirmó que las líneas eléctricas habían sido dañadas.
Las dos centrales eléctricas de Guayanilla, más cercanas al epicentro, sufrieron “daños muy graves”, dijo el director de EEA, José Ortiz, al diario local El Nuevo Día.
La ciudad podría quedarse sin electricidad durante las próximas dos semanas, dijo Nelson Torres Yordán en una conferencia de prensa.
El temblor también ha destruido uno de los principales atractivos turísticos de la región, la formación rocosa Punta Ventana, cuya parte superior derrumbó.
A lo largo del día se sintieron varias réplicas más pequeñas mientras los trabajadores de rescate buscaban supervivientes en los edificios destruidos.
La declaración del estado de emergencia, así como la movilización de la Guardia Nacional, "permitirá una rápida acción del proceso gubernamental para asegurar una ejecución efectiva" de los esfuerzos de socorro, dijo la gobernadora de este territorio estadounidense, Wanda Vázquez Garced.
Esta medida excepcional permite movilizar mejor los servicios públicos del territorio y recurrir a la ayuda del gobierno federal si es necesario.
La funcionaria dijo que un fondo de 130 millones de dólares será canalizado para la emergencia en la isla, que ha sufrido varios cientos de pequeños terremotos desde finales de diciembre, según el USGS.
Los empleados públicos tuvieron día libre para que pudieran dedicarse a cuidar a sus familias, indicó.
La gobernadora también informó que los puertos están intactos y que hay suministro para varias semanas de gasolina, diesel y gas natural almacenado, por lo que la gente no tiene que preocuparse por la escasez.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido informado sobre la situación en la isla y el jefe de la Agencia de Manejo de Emergencias (Fema), Pete Gaynor, está en contacto con sus autoridades, dijo la Casa Blanca.
Un sismo de magnitud 5.8 sacudió a Puerto Rico el lunes, causando importantes cortes de energía y extensos daños a la propiedad, sin causar ninguna baja.
Dos años después de los devastadores huracanes, unas 30 mil viviendas no han sido reparadas, según las autoridades locales, duramente criticadas por la mala gestión de los fondos de reconstrucción.
El gobierno de Trump también ha sido objeto de fuertes críticas por su respuesta al huracán María.
El huracán de categoría 4 destruyó la ya inestable red eléctrica de la isla, desbordó los servicios públicos, dejó a muchos residentes sin hogar y se cobró varios miles de vidas, según estimaciones del gobierno.