El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha demostrado una defensa inquebrantable de Armando Benedetti, recién nombrado jefe de Despacho, pese a las múltiples controversias que rodean al exsenador y diplomático.
La postura de Petro ha generado divisiones dentro de su propio gabinete: se le exigió a los ministros poner sus cargos a disposición y no tardaron en llegar varias renuncias.
La lealtad de Pedro con Benedetti lo está dejando sin gabinete, aunque no se sabe si es una excusa del presidente colombiano para cambiar a todos sus ministros. Pero más allá de las especulaciones, no falta la interrogante de quién es y por qué tiene tanto poder un personaje tan opaco.
La trayectoria política de Benedetti ha estado marcada por constantes cambios de filiación. Oriundo de Barranquilla, capital del departamento del Atlántico e hijo del exministro Armando Benedetti Jimeno, inició su carrera en el periodismo antes de incursionar en la política, según reporta El Tiempo.

Ingresó al Congreso en 2002, como representante a la Cámara por el Partido Liberal, pero en 2006 se sumó al Partido de la U, que respaldaba al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).
En 2008, la Corte Suprema de Justicia abrió una indagación en su contra por parapolítica, aunque el caso fue archivado en 2023.
También ha sido mencionado en investigaciones sobre el escándalo de Odebrecht y el caso de las escuchas ilegales.
Posteriormente, se convirtió en un firme defensor del gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), apoyando su agenda guiada a firmar los Acuerdos de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. Sin embargo, la luna de miel también se acabó y se alejó de este gobierno.

Su distanciamiento con el uribismo y el santismo lo llevó a alinearse con Petro en 2020, convirtiéndose en uno de sus principales operadores políticos en la región Caribe.
De acuerdo con El Colombiano, durante la campaña política de 2022, Benedetti, junto con Laura Sarabia, canciller colombiana y también figura cuestionada del gabinete de Petro, organizó la estrategia de recorridos por todo el país, coordinando la agenda, asegurando el transporte y estableciendo contactos con aliados políticos.
Distintos medios colombianos han señalado que, en este proceso, el mismo Benedetti pudo haber gestionado apoyos de origen dudoso.
Tras la victoria de Petro, Benedetti fue designado embajador en Venezuela, donde jugó un papel clave en la reanudación de relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro. Aunque su gestión se vio empañada por escándalos personales y políticos, terminando con su papel como diplomático el 19 de julio de 2023.

El rol de Benedetti en el gobierno colombiano se hizo más evidente cuando, en 2023, se filtraron audios en los que el exsenador, molesto por no haber sido incluido en el círculo cercano del presidente, afirmaba haber conseguido 15,000 millones de pesos colombianos (aproximadamente 3.65 millones de dólares) para la campaña.
“Nadie me deja tirado tres horas ahí, un man que hizo 100 reuniones en una campaña, un man que consiguió 15,000 millones (...) ¿O es que quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? (...) Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos”. Estas palabras las habría dicho Benedetti y quedaron consignadas en un audio publicado por la revista Semana.
Este escándalo obligó a su salida del gobierno, al igual que la de Sarabia, pero ambos lograron regresar poco tiempo después.
Sumado a esto, Benedetti se vio envuelto en un caso de violencia de género cuando su esposa, Adelina Guerrero, lo denunció por agresiones físicas durante un viaje a Madrid.
Este quizás sea el motivo por el cual la exministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, expresara durante el Consejo de Ministros televisado del pasado martes 4 de febrero que “como mujer no me puedo sentar en esta mesa de gabinete con Armando Benedetti y yo no soy la que va a renunciar, presidente, porque yo no renuncio ni al proyecto, ni al gobierno”, manifestó.
Pese a su postura firme, la ministra cambió de opinión y el domingo 9 de febrero presentó su renuncia.
En los días siguientes al consejo de ministros renunciaron: la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez; el director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Jorge Rojas; el ministro de las Culturas, Juan David Correa; el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho; la secretaria jurídica de la Presidencia, Paula Robledo, y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien el miércoles 5 de febrero propuso la renuncia de todo el gabinete por considerarlo “insostenible”.
Con solo 11 días como canciller, Laura Sarabia también presentó su “renuncia protocolaria” el domingo 9 de febrero. Acompañará a Petro en una visita oficial a Dubái, Emiratos Árabes Unidos, los días 11 y 12 de febrero, donde participará en el World Government Summit 2025, según Infobae.
La vicepresidenta de Colombia y ministra de la Igualdad, Francia Márquez, también expresó su rechazo al nombramiento de Benedetti y Sarabia durante el Consejo de Ministros.
“No me parece en este gobierno las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo, que me ha tocado decirle: ‘respéteme, soy la Vicepresidenta’; y no me parece, y respeto a Benedetti, pero no comparto, presidente, su decisión de traer a este gobierno a estas personas que sabemos tienen gran parte de responsabilidad”, señaló.
Márquez, sin mencionar ningún caso, también señaló que le “duele que en este gobierno que ayudé a elegir se presenten tantos actos de corrupción y tenemos que decirlo de frente”.
Desde su crudo cuestionamiento por el gabinete, Benedetti ha evitado dar declaraciones públicas.


