El anuncio del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de que buscará la reelección inmediata en los comicios de 2024 —anunciada la noche del jueves 15 de septiembre— se encontró ayer viernes con señalamientos de ilegalidad y con el respaldo del vicepresidente Félix Ulloa, quien en un anteproyecto de reforma constitucional ha propuesto prohibirla.
La posibilidad de que Bukele se reelija por un segundo mandato consecutivo en 2024 se abrió en agosto pasado, cuando una cuestionada Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia modificó un criterio sobre el tema. Antes de dicha resolución, quien ocupaba la Presidencia debía esperar 10 años después de concluir su mandato. Ahora, Bukele es el primer presidente de la etapa democrática salvadoreña que intentará reelegirse, dado que esta situación no se daba desde la época de la dictadura militar.
Para Celia Medrano, excandidata a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el anuncio no fue una sorpresa. “Violentar las limitantes constitucionales ha sido la práctica cotidiana de los grupos de poder que controlan Capres [Casa Presidencial]”, dijo en reacción al anuncio.
Señaló que la irrupción de Bukele al Congreso con militares y soldados armados en febrero de 2020 y la destitución de los jueces constitucionalistas en un proceso ampliamente criticado en 2021, “han preparado el camino de la reelección”.
Según Medrano, hay un “control total de todo el Estado”, por lo que “es inútil una discusión si la inconstitucionalidad de la reelección es apoyada por la población o no”.
El mandatario señaló la noche del pasado jueves que la decisión de buscar la reelección es para que “podamos continuar este camino que hemos iniciado, el camino que por primera vez en nuestra historia ha demostrado ser el correcto”.
“De seguro, de seguro, más de algún país desarrollado no estará de acuerdo con esta decisión, pero no son ellos lo que decidirán, sino el pueblo salvadoreño”, apuntó Bukele.
A juicio de Jonatan Sisco, abogado de la organización humanitaria Cristosal, los magistrados que emitieron el fallo que abre la posibilidad de la reelección inmediata son de “facto” y no tienen “legitimidad democrática de origen ni de ejercicio, entonces no tiene valor jurídico”.
Tras darse a conocer el fallo que habilita la reelección, diferentes voces cuestionaron su legalidad, incluso Estados Unidos lo condenó y señaló a los jueces de ser “leales al órgano Ejecutivo”.
“La Constitución es tan clara en la prohibición de la reelección inmediata, que está incluso penalizado con la pérdida de los derechos de ciudadanía el solo hecho de promoverla”, indicó.
Para Sisco, los magistrados que modificaron el criterio de reelección actuaron “fuera del marco de sus competencias constitucionales”.
Explicó que el fallo fue emitido en un proceso ajeno a esta controversia, dado que se trataba de un caso en el que se pedía la “pérdida de la ciudadanía” y no que se pronunciara sobre la reelección.
Los magistrados decretaron que la prohibición de la reelección es para quien haya ejercido la Presidencia por dos periodos seguidos.
Por otra parte, Sisco indicó que si Bukele se inscribe como candidato, el Tribunal Supremo Electoral “está obligado” a descalificarlo, “porque sobre él pesa una causal de inhabilitación”.
El vicepresidente Félix Ulloa aplaudió ayer viernes, durante una entrevista televisiva, la decisión de Bukele y dijo que los argumentos en contra “no tienen asidero constitucional”.
“No existe ninguna prohibición para que el presidente Nayib Bukele pueda inscribirse como candidato”, agregó e indicó que, seis meses antes del 1 de junio de 2024, “tiene que dejar de ejercer la Presidencia”, según lo estableció la Sala de lo Constitucional.
Ulloa calificó de “errónea” y “tendenciosa” la interpretación de los magistrados que indicaba la prohibición de la reelección inmediata de 2014.
El vicepresidente salvadoreño fue designado por Bukele para preparar una reforma constitucional y el anteproyecto establece que un presidente debe esperar cinco años para buscar nuevamente el cargo.
Antes de ser presidente, Bukele afirmaba que “en El Salvador, una misma persona no puede ser presidente dos veces seguidas”. Tras llegar a la Presidencia en 2019, calificó de “dictadores” a Juan Orlando Hernández y a Daniel Ortega, quienes se pudieron reelegir en Honduras y Nicaragua, respectivamente, gracias a resoluciones de cortes constitucionales.