Más de 10 mil refugiados cruzaron desde Hungría a Austria y Alemania, informó hoy el portal de internet Index.hu, mientras que el servicio de noticias MTI señaló que desde la medianoche del domingo mil 459 personas han atravesado hacia el país desde naciones fuera de la Unión Europea y han sido aprehendidas.
Viktoria Csiszer-Kovacs, vocera de la Fuerza Nacional de Policía, advirtió que transportar personas a través de la frontera se considera tráfico de personas, un delito, pero añadió que si se detiene uno en la frontera, les permite cruzar a pie y los vuelve a recoger del otro lado es legal si no hay dinero de por medio.
Csiszer-Kovacs hizo la advertencia a los miembros de un convoy de autos austriacos que condujeron a Budapest para recoger refugiados y transportarlos a Austria.
Los conductores podrían ser encarcelados entre uno y tres años, dijo Csiszer-Kovacs.
Tibor Lakatos, de la Fuerza Nacional de Policía, dijo que el tráfico carretero y ferroviario ha estado desplazándose por Hungría más o menos conforme a lo previsto y dijo que equipos húngaros, alemanes y austriacos han estado patrullando los trenes que salen de la estación de trenes Keleti (Oriental) de Budapest hacia Austria.
Por otra parte, cerca de cada 60 minutos llegan trenes al cruce fronterizo de Hegyeshalom entre Hungría y Austria, donde la Policía ha estado indicando a los refugiados cómo trasbordar a los trenes que los trasladarán a Austria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría respondió con enojo a las acusaciones del líder del Partido Socialdemócrata Suizo, Christian Levrat, quien comentó que Hungría se ha comportado "de forma escandalosa y ha violado los derechos humanos" en su tratamiento de los refugiados.
Levrat pidió congelar la ayuda financiera para Hungría y prohibir la entrada del primer ministro Viktor Orban a Suiza.
El ministerio argumentó que Hungría ha cumplido todas las normas de la Unión Europea a pesar de la inconcebible y enorme afluencia de refugiados y ha estado haciendo todo lo que está en su poder para proteger las fronteras Schengen.
En el comunicado del ministerio se indicó que declaraciones como la de Levrat no ayudan y solo favorecen a una incitación política superflua.
El ministro de Justicia Laszlo Trocsanyi también reconoció el enorme número de solicitantes de asilo y, en entrevista con Radio Kossuth, dijo que la ley adoptada el viernes por el Parlamento declaró un estado de excepción en relación con los refugiados.
De acuerdo con la ley, Hungría podrá adoptar legislación acelerada, incluyendo leyes para evitar los cruces ilegales a territorio húngaro. Los solicitantes de asilo que se nieguen a ser registrados serán expulsados del país.
Una vez expulsados, se impedirá el reingreso de estas personas a Hungría durante un período de tiempo definido.