Cerca de 30 médicos del único hospital público de Leticia, capital del departamento colombiano del Amazonas, renunciaron este lunes 20 de abril argumentando falta de garantías para atender a pacientes de Covid-19 y protegerse de eventuales contagios.
“Nos permitimos presentar nuestra RENUNCIA MASIVA a la prestación de servicios de salud a la E.S.E. Hospital San Rafael de Leticia, que rige a partir de las 19:00 horas del día de hoy 20 de abril del año en curso”, dice la carta dirigida al director del hospital, el doctor Roberto Sierra.
El San Rafael es el único centro médico estatal en un departamento de casi 66 mil personas, que además colinda con Perú y Brasil, la nación latinoamericana con mayor número de casos por la pandemia (con 2 mil 575 muertes y más de 40 mil 581 casos en el último balance).
Los especialistas y médicos generales que suscribieron la misiva argumentan que “no existen medidas de bioseguridad” para atender a los pacientes con el nuevo coronavirus, ni cuentan con los “insumos y equipos necesarios para la correcta y eficiente prestación de servicios”.
Según el texto, debido a la ausencia de protocolos claros frente a la pandemia se ha “generado caos a nivel interno y contaminación a áreas que no atienden ese tipo de pacientes”. Además, los profesionales de la salud exigen “garantías de pago de la prestación de servicios” médicos.
Sierra, director del hospital, aseguró a la AFP que “se llegó a un mutuo acuerdo” entre el personal médico y la gobernación del Amazonas, por lo que “el personal de la salud regresará a sus labores”.
Sin embargo, los trabajadores sanitarios no se han pronunciado todavía sobre el reinicio de actividades.
El departamento del Amazonas registra cuatro casos confirmados del nuevo coronavirus, de un total nacional de 3 mil 977 personas contagiadas y 189 fallecidas.
La renuncia masiva se suma a otras protestas del sector reclamando contra la precariedad del sistema de salud en medio de la pandemia.
En los últimos días los médicos colombianos también han denunciado discriminaciones y rechazos para acceder a transporte público, mercados y vivienda por parte de personas que los consideran fuentes de contagio.