Las conversaciones entre una facción de la oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro, están estancadas respecto de si retrasar o no las próximas elecciones a la Asamblea Nacional, según cinco personas con conocimiento del asunto.
El excandidato presidencial Henrique Capriles y sus aliados están pidiendo la postergación para permitir que asistan observadores de la Unión Europea.
Maduro aprobó la presencia de observadores extranjeros, pero quiere que las elecciones se celebren en diciembre, según lo programado, argumentando que realizar la votación el próximo año violaría la constitución, dijeron tres de las personas.
El segmento de la oposición liderado por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y respaldado por Estados Unidos, no participa en las conversaciones y llama a boicotear las elecciones.
Sin un aplazamiento, los observadores de la Unión Europea no tendrían el mínimo de seis meses que necesitan para prepararse para el evento. Los negociadores de la oposición quieren hacer todo lo posible para involucrar a la Unión Europea con el fin de garantizar que la votación sea justa.
El grupo de oposición liderado por Capriles se está acercando a los Estados miembros de la Unión Europea para preguntarles si supervisarían la votación por separado, dijeron las personas.
Después de que el socialista Maduro ganó una elección ampliamente considerada como fraudulenta en 2018, Estados Unidos y sus aliados reconocieron a Guaidó como el presidente legítimo. La política de la nación se ha estancado durante el último año, al tiempo que Maduro se aferró al poder a pesar de las sanciones de Estados Unidos, diseñadas para derrocarlo.
Eso ha llevado a algunos sectores de la oposición, incluido Capriles, a buscar formas de salir del estancamiento. Esta semana, Capriles se adjudicó el logro de un decreto presidencial que indultó a presos políticos, en un gesto destinado a impulsar las conversaciones.
“La Unión Europa y Capriles creen que la estrategia de Guaidó y Estados Unidos para un cambio de Gobierno repentino no ha funcionado”, dijo el analista Mariano De Alba, con sede en Washington.
El equipo de prensa de la Unión Europea en Bruselas no respondió de inmediato a solicitudes de comentarios.