El juicio político contra Donald Trump se alargó después de que este sábado el Senado de Estados Unidos votará a favor de convocar testigos al proceso, pero el pronunciamiento del líder de la bancada republicana a favor de absolver al exmandatario señala que hay pocas posibilidades de que sea condenado.
Este paso implica que los congresistas deban votar sobre las reglas que regirán la convocatoria, lo que alargará el proceso, que al principio de la jornada se esperaba que terminara este mismo sábado.
El exmandatario está acusado de “incitación a la insurrección” por el asalto de sus partidarios al Capitolio el 6 de enero, en el segundo juicio político en su contra.
El jefe de la acusación, el congresista Jamie Raskin, señaló que quiere acceder al testimonio de la legisladora republicana Jaime Herrera Beutler y a sus comunicaciones con el líder de minoría republicana de la Cámara Baja, Kevin McCarthy.
Además, quieren las notas que la legisladora tomó sobre una conversación entre Trump y McCarthy durante el asalto al Congreso.
Herrera Beutler −una de la pocas republicanas que votó a favor de imputar a Trump en la Cámara de Representantes− indicó en un comunicado que McCarthy le dijo que Trump expresó aprobación por la turba que irrumpió en el Capitolio.
La congresista indicó que el 6 de enero cuando McCarthy “finalmente” habló con Trump para pedirle que se expresara públicamente contra los disturbios, en un comienzo el presidente repitió la “falsedad” de que eran miembros del movimiento Antifa los que habían entrado al Capitolio.
“McCarthy rechazó esto y le dijo que eran simpatizantes de Trump y entonces, según McCarthy, el presidente le dijo: ‘Bueno Kevin, creo que esta gente está más molesta por la elección que tú’”, indicó la legisladora.
Cinco republicanos votaron junto a los 50 senadores demócratas a favor de permitir testigos en el proceso, lo que generó un caos en el hemiciclo, abriendo una veta de incertidumbre sobre los próximos pasos a seguir.