Seúl llora este lunes la muerte de más de 150 personas a causa de la avalancha humana que tuvo lugar durante las celebraciones de Halloween, mientras se sigue temiendo por la vida de decenas de heridos que se encuentran en estado grave.
Un fallecimiento adicional hizo que el número de fallecidos en el barrio de Itaewon aumentara hoy a 154, mientras otras 33 personas se encuentran aún en estado grave, informó el Mando de Desastres y Contramedidas de Emergencia en un comunicado en el que se indica que hay también 116 heridos de menor gravedad.
Prácticamente todas las víctimas mortales han sido identificadas, y entre ellas hay una mayoría de mujeres (98), la mayor parte de entre 20 y 30 años, y 26 ciudadanos y ciudadanas con pasaportes extranjeros.
Se trata de personas de nacionalidad iraní (5), china (4), rusa (4), japonesa (2), estadounidense (2), además de un uzbeko, un esrilanqués, un francés, un australiano, un noruego, un tailandés, un austriaco, un vietnamita y un kazajo.
TRES MEXICANAS CON HERIDAS LEVES
Por su parte, la embajada mexicana tiene constancia de que hay tres mexicanas con heridas leves.
Una de ellas, Juliana Velandia Santaella, estudiante de medicina de 23 años que se encuentra de intercambio en Corea del Sur, relató hoy a Efe cómo quedó atrapada en el callejón donde sucedió el tumulto durante al menos 30 minutos sin poder mover ni un músculo de cuello para abajo y sin apenas poder respirar.
“En un punto mis pies ya no estaban tocando el piso, ya había cuerpos debajo de mí. Había un muchacho que estaba inconsciente y me estaba aplastando y mis piernas estaban resultando tan aplastadas que dejé de sentirlas. Yo juré en un momento dado que iba a perder las piernas, que me las iban a romper... Que nunca más las iba a poder mover”, relató a EFE.
Ella y su amiga, también mexicana, pudieron ser rescatadas del callejón, pero encaran ahora secuelas físicas y de momento nadie les ha hablado de asistencia psicológica.
Junto al altar que se ha levantado en honor a las víctimas cerca del Ayuntamiento del distrito de Yongsan, al que pertenece el multicultural barrio de Itaewon, se han habilitado precisamente casetas para dar atención psicológica, aunque de momento solo en idioma coreano.
Muchos comercios del barrio permanecieron este lunes cerrados y luciendo carteles en los que explican que no operarán hasta que concluya el luto nacional de una semana que se ha declarado y que concluirá el sábado.
Además, la gente siguió hoy colocando flores y mensajes de homenaje a las víctimas en la boca de metro más cercana a la callejuela donde tuvo lugar el suceso y donde algunos monjes entonaron plegarias budistas.
Otro gran altar se instaló este lunes frente al Ayuntamiento de la capital surcoreana, donde muchos ciudadanos se acercaron a depositar un crisantemo blanco y a hacer una reverencia, incluido el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y la primera dama, Kim Keon-hee.
FALTA DE PREVISIÓN
La Policía surcoreana admitió este lunes que no había previsto que las celebraciones de Halloween de este año en Itaewon, donde cada año acuden decenas de miles de personas a celebrar este festejo de origen anglosajón, pudieran ocasionar una avalancha humana de estas características.
Las fuerzas de seguridad y las autoridades del distrito de Yongsan están ahora en el punto de mira por no haber desplegado agentes para controlar el tránsito en las estrechas calles peatonales del barrio que están plagadas de bares y que ya el viernes registraron concentraciones peligrosas de gente.
Se cree que tan solo el sábado, en torno a unas 100,000 personas se acercaron a un barrio famoso por estar junto a una base estadounidense -hoy en proceso de ser desmantelada-, albergar la mayor mezquita de Seúl y haber sido además escenario de una exitosa serie de televisión, “Itaewon class”, emitida originalmente en 2020.
El hecho de que Halloween no sea una fiesta organizada por una entidad concreta, como lo puede ser un festival, un concierto, un evento deportivo o una manifestación, parece complicar los protocolos de actuación en lo referente a despliegues policiales en el país asiático, por lo que muchos pedían hoy una reforma legal al respecto.
Se ha conformado a su vez un equipo de 475 efectivos para investigar el suceso que de momento ha entrevistado a 44 testigos y está analizando vídeos subidos a redes sociales y 52 fragmentos de metraje de 42 cámaras de seguridad distintas situadas en el área donde confluyen la calle peatonal con más bares del barrio y el mencionado callejón, que une esta vía con Itaewon, la avenida principal de la zona.
El responsable del equipo de investigación, Nam Gu-jun, dijo hoy que de momento no se han detectado acciones que puedan constituir un delito, en referencia a las acusaciones de que algunas personas presentes en el callejón comenzaron a empujar con dureza a otras, lo que podría haber ocasionado la mortal avalancha.