“Nos encontramos frente a un panorama desconsolador en nuestro continente”, aseguró ayer el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jorge Canahuati, al inaugurar la reunión de medio año, que analiza en los próximos tres días la libertad de expresión y la violencia contra los periodistas en la región.
En el encuentro, que este año se hizo mediante la plataforma Zoom y abierto a todo público, Canahuati señaló que el irrespeto a la prensa es “colosal” y proviene de todas partes: dictadores, gobernantes autoritarios, narcotraficantes y funcionarios con careta democrática.
Durante el encuentro se aprobó la llamada Declaración sobre Nicaragua, promovida por la SIP, que ya ha sido adherida por varias organizaciones de prensa de las Américas.
El documento plantea que ante la persecución sistemática del periodismo independiente, la opresión y censura generalizada, el secuestro de los poderes públicos y la demolición de las estructuras de la sociedad civil en Nicaragua, las organizaciones firmantes se comprometen a seguir un plan de acción que permita restaurar las libertades de prensa y la democracia en el país centroamericano.
Uno de los puntos de ese plan es solicitar a los organismos multilaterales que condicionen el otorgamiento de créditos y de ayuda no humanitaria hasta que el gobierno libere a los presos políticos, devuelva las instalaciones a La Prensa.
Recordaron que en ese país hay más de 170 los presos políticos, entre ellos la precandidata presidencial a las elecciones de noviembre de 2021 Cristiana Chamorro, y Pedro Joaquín Chamorro, miembro del directorio del diario La Prensa y de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, condenados a ocho y nueve años de cárcel, respectivamente.
Ayer los vicepresidentes regionales de la SIP, integrantes de la Comisión de Libertad de Prensa e Información que preside Carlos Jornet, discutieron las agresiones sufridas por periodistas y medios en Perú y las leyes contra el ejercicio del periodismo en El Salvador, así como la constante represión al periodismo independiente en Venezuela.
Jornet dijo que se trata de un semestre negro para el periodismo en las américas “cargado de acciones ominosas contra las libertades de expresión y de prensa”.
Agregó que cuando el mundo comenzaba a reponerse del tsunami de la pandemia de Covid-19 llegó la invasión de Rusia a Ucrania provocando una crisis humanitaria en el mismo corazón de Europa.
Señaló que en lo que va del año México acumula la misma cifra de muertos (ocho) que los de un país devastado por la guerra como Ucrania.
En México, además, se reportan mil 945 ataques contra la prensa por parte del presidente Andrés López Obrador desde que que asumió el cargo hace tres años.
Enfatizó las acciones del presidente salvadoreño Nayib Bukele contra la prensa independiente, pero lo más grave ocurre en Nicaragua.
“El matrimonio Ortega-Murillo busca la extinción del periodismo independiente. Sus ansias de poder no admiten críticas. En su concepción no hay lugar para la libertad de pensamiento, quien piensan distinto y se atreve a expresarlo, debe ir preso o exiliarse”, dijo Journet.
Los medios y la “tormenta perfecta”
Además de las agresiones contra la prensa y los periodistas, dijo Jorge Canahuati, otro desafío importante es la difícil situación económica de los medios y su sostenibilidad. “No hay medio que esté libre del yugo de la crisis económica intrínseca que tiene que ver con la reducción de la publicidad”. Es decir, en sus palabras, la tomenta perfecta.
En ese sentido hizo hincacapié en el papel que juegan las plataformas digitales, que absorben un gran porcentaje de la publicidad digital.
“Hemos venido luchando para que las plataformas reconozcan su responsabilidad y paguen una remuneración justa por los contenidos periodísticos que utilizan para generar ganancias”, dijo.
Citó el caso de Australia, donde a través de una ley se obligó a las plataformas digitales como Facebook y Google a pagar por las noticias que producen los medios.