El Ministro de Exteriores de Siria, Asaad al Shaibani, afirmó este miércoles que el 1 de marzo asumirá un gobierno que trabajará para consolidar la paz y dará representación a todos los sectores de la sociedad siria.
“El pueblo sirio está siendo un socio fundamental desde el primer día. El gobierno que se anunciará el primero de marzo, el próximo mes, representará todo el pueblo sirio y su diversidad y queremos que el pueblo sirio tenga confianza de él”, aseguró hoy el ministro durante su participación en la Cumbre Mundial de Gobiernos que se realiza en el emirato de Dubai.
El anuncio confirma el plazo dado inicialmente por el Gobierno interino. El pasado 11 de diciembre, apenas tres días después de la caída del régimen de Bachar Al Asad, los rebeldes liderados por Ahmed Al Shaara nombraron a Mohamed al Bashir como primer ministro interino, con la promesa de que estaría de modo provisional hasta el 1 de marzo.
Posterioremente, el 29 de enero, Al Sharaa fue nombrado presidente del Gobierno de transición que liderará el país hasta la convocatoria de elecciones y la aprobación de una nueva Constitución.
“En un año veremos una Siria capaz de expresarse ante el mundo y, en cinco años, estaremos aquí para hablar de los logros alcanzados”, señaló hoy Al Shaibani.
El jefe de la diplomacia siria que tomó el poder en Damasco tras derrocar hace apenas tres meses al régimen de Bachar al Asad, explicó que la “nueva Siria” y la construcción de un Estado y Ejército requerirá de tiempo y expresó que “todo proceso de transformación genera ciertas inquietudes”.
Sin embargo, afirmó que trabajará para “consolidar la paz entre los ciudadanos sirios y representar a todos los sectores de la sociedad siria”.
Estas afirmaciones se producen cerca de un mes después de que el mismo Shaibani, nombrado por el presidente sirio Ahmed al Shaara, afirmase que su Gobierno está decidido a recuperar el control sobre el noreste de Siria -ahora en manos de milicias kurdas-, y “restaurar la identidad árabe” en la región.
Por otro lado, Shaibani señaló que las nuevas autoridades sirias “heredaron” un sistema económico “devastado” y que además, se enfrenta a sanciones internacionales que instó a la comunidad internacional, más concretamente a la Unión Europea y Estados Unidos, a “eliminar”.
Desde que asumió el poder, el presidente Al Shaara y sus ministros han insistido en la eliminación de las sanciones internacionales contra Siria, ya que los motivos por los que se impusieron a Bachar al Asad ya no existen y que pueden suponer un impedimento al regreso de los refugiados y para la recuperación económica del país.