El número de fallecidos por el fuerte terremoto que golpeó el centro de Japón hace una semana es ya de 161, informaron autoridades de la prefectura de Ishikawa citadas, la región más afectada por el temblor donde los cortes de carreteras y la meteorología aún están complicando mucha los labores de rescate y asistencia.
A su vez, el número de desaparecidos, con edades comprendidas entre los 8 y los 95 años, se sitúa ahora en 103, según los últimos datos de ayuntamientos locales compartidos por la cadena pública de radiotelevisión NHK.
Los daños en carreteras y la nevada que ha caído en las últimas horas en la península de Noto, la zona más afectada por la tragedia, son el principal escollo para los equipos de asistencia en un momento en que miles de personas continúan viviendo en refugios o siguen sin tener acceso a luz, agua o comida.
Los daños en infraestructuras básicas a causa del terremoto de magnitud 7.6 del 1 de enero hacen que, una semana después, sea aún imposible para el Gobierno central hacer una evaluación exhaustiva de los destrucción generada por el seísmo.
Las localidades de Wajima y Suzu, las dos más afectadas por la tragedia, suman la mayor parte de los fallecidos y de desaparecidos, con 31 y 48 vecinos, respectivamente, cuyo paradero se desconoce.
En ambos municipios hay casi 15 mil casas en total que aún no tienen agua y más de 14 mil sin luz, al tiempo que unos 18 mil de sus habitantes siguen viviendo en algo más de 200 refugios.