El Ejército sudanés y el grupo militar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) alcanzaron este martes un acuerdo de alto el fuego de 24 horas, propuesto por Estados Unidos, para poder garantizar el paso seguro de los civiles y la evacuación de los heridos, informaron medios.
El alto el fuego comenzará este martes y no se extenderá más allá de 24 horas, confirmaron el líder del Ejército de Sudán, Abdelfatah al Burhan, a la cadena estadounidense CNN, así como el miembro del consejo militar sudanés, Shams al Din Kabbashi, a la cadena saudí Al Arabiya.
Anteriormente, el líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo, alias “Hemedti”, aseguraba en su cuenta oficial de Twitter que aceptaba un armisticio de 24 horas.
Ambas partes habían acordado en los días anteriores treguas de unas pocas horas para permitir que los civiles atrapados en el fuego cruzado pudieran ser evacuados y salieran a las calles para abastecerse, aunque los combates no cesaron.
Hasta el momento, el Ejército sudanés no ha emitido ningún comunicado confirmando esta tregua y, de hecho, el único mensaje difundido por parte de las unidades castrenses al respecto ha sido para acusar a las FAR de que aceptaban esta tregua de un día para “encubrir la aplastante derrota que recibirán en unas horas”.
En el marco de la reunión de Exteriores que el Grupo de los Siete celebró en la ciudad nipona de Karuizawa, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió un alto al fuego de 24 horas que permita a los civiles “regresar con sus familias de forma segura y obtener los suministros de emergencia que necesitan desesperadamente”.
”Un alto al fuego de 24 horas puede sentar las bases para propiciar un parón más sostenido de la contienda y volver a las negociaciones sobre las aspiraciones democráticas”, dijo Blinken en rueda de prensa tras la conclusión de las reuniones en la ciudad japonesa.
Los choques, que comenzaron el pasado día 15 entre los líderes militares rivales, se producen tras semanas de tensiones sobre la reforma de las fuerzas de seguridad durante las negociaciones para un nuevo gobierno de transición, lo que ha llevado al país africano al borde de una guerra civil.