La junta militar birmana cifró este sábado en 694 los muertos, 1,670 los heridos y 68 los desaparecidos en la región de Mandalay, en la zona del epicentro del terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el viernes varias áreas de Birmania (Myanmar) y que se sintió en países vecinos.
El régimen castrense divulgó un comunicado con las cifras después de que el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, que detenta el poder desde el golpe de 2021, visitara este sábado la región de Mandalay, donde está la urbe homónima -la segunda mayor del país-, cerca del epicentro del sismo.
El temblor se registró el viernes a las 12:50 hora local (6:20 GMT), a 10 kilómetros de profundidad y con el epicentro a unos 17 kilómetros de Mandalay, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que mide la actividad sísmica en el mundo.
Las fuerzas armadas birmanas, que detentan el poder en Birmania desde el golpe de Estado de 2021, sumiendo al país en la semianarquía y el conflicto, han declarado el estado de emergencia en seis zonas: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago.
El jefe de la junta ya divulgó el viernes cifras de fallecidos en algunas de esas regiones, incluida Mandalay, y dijo entonces que el terremoto dejó al menos también 96 muertos en Naipyidó y 18 en la región central de Sagaing, cifras que no se actualizaron por el momento.
“Se espera que la cifra de muertos y heridos aumente”, anticipó la víspera.
Fuentes sobre el terreno dijeron a EFE que el Ejército también informó a organizaciones internacionales de otros 39 muertos en el estado de Shan, fronterizo con China.
Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos declaró la víspera la alerta naranja -la segunda más grave- por el terremoto en Birmania y apuntó que la cifra de fallecidos puede estar entre 100 y 1,000 personas.
Birmania se encuentra sumida en una espiral de crisis económica y conflicto desde la asonada, con enfrentamientos en gran parte del país entre el Ejército y guerrillas civiles y prodemocráticas, lo que dificulta las tareas de rescate y coordinación.
La junta hizo el viernes una inusual petición de ayuda internacional. La ONU aprobó destinar cinco millones de dólares para apoyar el trabajo humanitario en el país tras el sismo y urgió a que se realicen donativos.