Y la tierra volvió a temblar en Italia. Un nuevo sismo de 6.6 de magnitud en la escala de Richter sacudió a las 7:38 a.m. (hora local) el centro de Italia, según confirmó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (IGNV).
Las fuertes sacudidas se notaron también en ciudades tan distantes como Roma, Florencia o Nápoles. El terremoto se localizó entre las zonas de Las Marcas y Umbría.
Concretamente, el epicentro se situó entre las ciudades de Castelsantangelo Sul Nera, Norcia y Arquata del Tronto, tal como sucedió el pasado miércoles.
De una profundidad de 10 kilómetros, el movimiento derrumbó varias edificaciones que ya habían sido afectadas por anteriores sismos. Las dos líneas de metro de Roma han sido cerradas para verificar posibles daños.
También ha sido cerradas algunas basílicas del centro de la capital italiana. Por el momento, no se tiene noticia de víctimas mortales, aunque sí hay heridos que ya están siendo evacuados a los hospitales y daños en edificios.
El nuevo sismo se produce después de que el pasado 26 de octubre dos terremotos de magnitud superior a 5 azotaran el centro del país, causando daños en edificaciones de localidades como Ussia, Visso o Castelsantangelo sul Nera, en la Región de Las Marcas.
En la mente de todos está el terremoto del pasado 24 de agosto que destruyó por completo el pueblo de Amatrice. Aquel sismo provocó la muerte de 297 personas en las localidades de Amatrice, Accumoli y Arquata del Tronto, también en el centro de Italia.
Los medios de comunicación italianos que se ha desplazado hasta las zonas afectadas han recogido los primeros testimonios: “Se ha derrumbado todo, veo columnas de humo, es un desastre. Yo estaba durmiendo en el coche, he visto el infierno”, ha señalado el alcalde de Ussita de la región de Las Marcas, Marco Rinaldi, al diario La Repubblica.
Por su parte, el regidor de la localidad de Castelsantangelo –a pocos kilómetros de la anterior–, Mauro Falcunni, ha agregado: “Se ha abierto la tierra, hay humo; esto es un desastre”.
De nuevo, el temblor de los Apeninos centrales ha desatado escenas de pánico entre la población de las regiones de Umbría y de Las Marcas y ha causado ulteriores derrumbes en edificios que ya habían sido previamente dañadas, según medios locales.