Cinco días después de tocar tierra en Texas en forma de huracán, Harvey impactó el miércoles como tormenta tropical en Luisiana, un estado que no se ha recuperado completamente de los daños ocasionados por el huracán Katrina en 2005.
Harvey impactó en el oeste de la localidad de Cameron, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con “lluvias torrenciales” que inundaron zonas del sureste de Texas y del suroeste del vecino estado de Luisiana.
Harvey regresa tras provocar precipitaciones récord en Texas, que transformaron calles y rutas en ríos y obligaron a miles de personas a abandonar sus hogares en Houston, la cuarta ciudad de Estados Unidos.
El oeste de Luisiana era azotado por vientos máximos sostenidos de 72 km/h, y se pronostican lluvias de entre 130 mm y 250 mm en la región.
Se espera que Harvey se debilite gradualmente a depresión tropical para la noche del miércoles. Pero en Nueva Orleans, ciudad con zonas por debajo del nivel del mar que fue devastada 12 años atrás por Katrina, se preparaban para recibir la tormenta.
La rama local del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por su sigla en inglés) alertó contra la amenaza de fuertes lluvias en el sureste de Louisiana y el sur de Mississippi, las que continuarán el jueves.
En Texas, equipos de emergencia seguían intentando rescatar a centenares de personas atrapadas por la inundación en una operación de 24 sobre 24 horas. No obstante, el NWS tuiteó que se espera una mejora de las condiciones meteorológicas.