A horas de las elecciones en Bolivia, el órgano electoral anunció el sábado la suspensión del sistema rápido de difusión de resultados preliminares de la votación, aduciendo que no proporcionaría suficiente certeza en relación a los datos oficiales.
“Cuando no existe la certeza de que se va a tener el volumen suficiente de información para que el resultado vaya a ser muy similar al de los resultados oficiales, es preferible prescindir del sistema de difusión de resultados preliminares”, explicó el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, en conferencia de prensa.
De esta manera, los resultados preliminares de los comicios no se conocerán tan rápidamente la noche del domingo, como el TSE había prometido, y se irá directamente al cómputo oficial, más lento.
“El domingo en la noche no vamos a tener el resultado oficial y final. Esto nos va a tomar algunas horas adicionales y es importante que la ciudadanía tenga paciencia porque el resultado va a ser confiable, (aunque) un poco más lento”, anotó Romero.
Justificó que “el país no puede arriesgarse a tener resultados que no le generen certeza” y que con la decisión adoptada a última hora, la ciudadanía “tendrá un resultado sin ápice de dudas”, algo imprescindible en un contexto tan polarizado.
Si bien el plazo legal para la difusión de los datos oficiales es de cinco días, Romero dijo que se instruyó a los tribunales electorales regionales que redoblen esfuerzos para recibir la mayor cantidad posible de actas para tener cuanto antes el mayor volumen posible de datos oficiales.
La ciudadanía podrá seguir directamente el conteo oficial a través de la página oficial del ente electoral.
Romero indicó que la decisión fue comunicada a los partidos políticos y a las misiones de observadores internacionales que llegaron al país.
Detalló que en el marco de la transparencia estará permitido el conteo público de votos, el fotografiado de las actas de votación y que los partidos tengan acceso a las copias de ellas.
Todo eso permitirá que la ciudadanía y los partidos puedan comprobar que el sistema de cómputo tiene los mismos resultados de las mesas de votación, destacó.
La elección se realiza en medio de la pandemia y de una fuerte polarización política. Los principales candidatos son el izquierdista Luis Arce, delfín de Morales, y el exmandatario centrista Carlos Mesa.
Preparativos ante posibles desmanes
El gobierno boliviano desplegó este sábado un operativo de seguridad con policías y militares de cara a la crucial elección presidencial de este domingo, mientras que dueños de comercios tapiaban sus tiendas temerosos ante posibles desmanes.
Policías y militares fueron desplegados en las ciudades de La Paz y El Alto para garantizar la restricción vehicular a partir de las 00H00 (04H00 GMT) según un decreto del viernes, pero también para evitar posibles enfrentamientos entre simpatizantes de los candidatos.
“Insto a las partes de la contienda electoral a que no metan actos de desorden o convocatorias a la violencia (...) porque últimamente hemos tenido muchos actos políticos [convocados] en caso de que ellos sean los perdedores”, dijo a la prensa viceministro de Interior, Javier Issa.
El domingo, cuando más de siete millones de electores acudan a las urnas para elegir un nuevo presidente, el tránsito de vehículos estará restringido a para quienes tengan permisos especiales para servicios de emergencia, autoridades y medios de prensa, mientras que el comercio estará cerrado.
En La Paz, decenas de supermercados, negocios y oficinas protegieron sus fachadas con paneles de lata o madera, constató la AFP. La inusual medida refleja el temor de la población ante posibles desmanes como ocurrió tras las anuladas elecciones de octubre de 2019, tras acusaciones de fraude, que ganó el entonces mandatario Evo Morales, quien dimitió en noviembre y se exilió en Argentina.
Entonces, se produjeron violentos disturbios y saqueos, así como enfrentamientos entre militantes de partidos y las fuerzas del orden, con un saldo de más de 30 muertos.
En la Plaza Murillo, donde están las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, el gobierno colocó vallas de seguridad.
“Creo que la gente se está preparando ante ese momento de crisis que esperemos no sea muy largo”, dijo a la AFP Clara Quitalba, una empleada de 49 años que circulaba por El Alto, bastión del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales y aledaña a La Paz.
En los últimos días, se formaron largas colas en las estaciones de servicio y la población acudió masivamente a los supermercados para abastecerse.