Donald Trump está de vuelta: por primera vez desde que dejó la Casa Blanca, el expresidente se dirigirá el domingo a un público ultraconservador, decidido a recuperar el control de un Partido Republicano dividido que se pregunta si el magnate se presentará a la reelección en 2024.
El político de 74 años pronunciará un esperado discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por su sigla en inglés) en Orlando, Florida (sureste), en el que se prevé evoque su futuro político e incluso coquetee con la posibilidad de otra candidatura presidencial.
Bloqueado en Twitter y otras redes sociales, Trump ha mantenido un perfil bajo en su complejo de Mar-a-Lago en Florida desde que dejó la Casa Blanca el 20 de enero. Así, la CPAC es una oportunidad para atraer los reflectores.
Seguramente será recibido con reverencia por una multitud de fanáticos mientras llama a la unidad republicana -y quizás arremeta contra algunos de sus críticos dentro del partido- en el último día de la mayor reunión conservadora del país.
“No vamos a crear nuevos partidos, no vamos a dividir nuestro poder. Seremos unidos y poderosos como nunca antes”, dirá, según extractos de su discurso publicados por el canal Fox News.
Los partidos políticos estadounidenses suelen tener un ajuste de cuentas después de una serie de reveses como los que ha sufrido el Partido Republicano durante los cuatro años de mandato Trump: la pérdida de la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes.
El partido también quedó marcado por las repetidas mentiras de Trump sobre su fracaso electoral frente al demócrata Joe Biden, su juicio político por incitar a una insurrección en el Capitolio estadounidense el 6 de enero, y la extraordinaria escisión que ha provocado entre los republicanos tradicionales y los populistas pro-Trump.
Pero, en lugar de deshacerse de su problemático líder y trazar un nuevo camino para recuperar el poder, gran parte del partido sigue viendo a Trump como asidero para su futuro.
Es una percepción que él ha fomentado, erigiéndose en un vengativo e influyente republicano. El viernes apoyó la causa de un exasesor contra un congresista de Ohio que votó a favor de su destitución.
Una fuente cercana al equipo de Trump dijo que el expresidente “hablará sobre el futuro del Partido Republicano” y criticará algunas nuevas políticas de Biden.