El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el exvicepresidente demócrata Joe Biden iniciaron el martes en Cleveland, Ohio, su primer debate televisado, cuando faltan 35 días para una elección presidencial muy tensa.
No hubo apretón de manos cuando los dos septuagenarios subieron al escenario y, si bien esto se debió a las restricciones por la pandemia de la Covid-19, la ausencia del saludo tradicional simbolizó la profunda división en el país en la cuenta regresiva hacia el 3 de noviembre.
Trump llegó al debate a la ofensiva, decidido a recuperar terreno frente a su rival, que lo aventaja desde hace semanas en los sondeos, y defendió su decisión de llenar la vacante que dejó en la Corte Suprema el fallecimiento de la jueza Ruth Baden Ginsburg con una jueza conservadora.
“Nosotros ganamos la elección; las elecciones tienen consecuencias”, dijo Trump en referencia a la indignación de los demócratas frente al nombramiento de Amy Coney Barrett, que puede dejar la Corte Suprema en control de los conservadores durante décadas.
Después acusó a Biden de ser “socialista”, pero Biden desestimó sus ataques afirmando que “todo el mundo sabe” que Trump “es un mentiroso”.
Biden acusó a Trump de no revelar toda la verdad respecto a la pandemia, pese a haber sido informado sobre la relevancia del tema desde febrero pasado. “Todavía no tiene un plan”, remarcó el candidato demócrata.

Trump se defendió. “Joe, jamás habrías hecho el trabajo que nosotros estamos haciendo”, y remarcó que habrá una vacuna contra la Covid-19 “en las próximas semanas”.
La tensión era palpable entre ambos desde los primeros minutos, con repetidas interrupciones que llevaron a Biden a lanzarle a Trump: “¿Te vas a callar, hombre?”. Después le llamó “payaso” y cachorro de Putin, en referencia al presidente ruso.
Trump, en tanto, le dijo: “No hay nada inteligente en ti”.
“En 47 meses he hecho más que tú en 47 años, Joe”, añadió Trump.

El moderador Chris Wallace cuestionó al presidente por haber pagado menos impuestos “que una maestra”, en los años 2016 y 2017.
El diario The New York Times reveló que Trump pagó sólo 750 dólares en impuestos federales en 2016, el año que ganó la presidencia. El artículo indicó también que las empresas de Trump sufren “pérdidas crónicas”, algo que puede resquebrajar su imagen de poderoso hombre de negocios.

Igualmente, Trump acusó a Biden de ser el títere de la “izquierda radical”.
Hubo espacio para discutir sobre el voto por correo, al que recurrirán millones de votantes, en medio de la pandemia. Biden señaló que Trump intenta “asustar” a los electores. “Háganlo como mejor les parezca”, indicó el candidato demócrata. “Si ganamos, se tendrá que ir... Si soy yo, bien. Si no, apoyaré el resultado”, remarcó.
“Nadie ha probado que hay fraude en el voto por correo”, enfatizó.
Trump no respondió a la pregunta del moderador si reconocería el resultado del 3 de noviembre, limitándose una vez más a afirmar sin pruebas que el voto por correo, que se anticipa importante debido a la pandemia, favorecería “fraudes”.
“Encontraron papeletas en un basurero hace tres días y todas tenían el nombre de Trump”, dijo.
El moderador indicó que en 2018, más de 31 millones de personas votaron por correo.
El debate se celebra en Ohio, uno de los estados pendulares que cambian su preferencia de una elección a otra y que Trump logró ganar en 2016. Ahora, Biden encabeza las encuestas en este bastión con un 49% de las preferencias, frente a 45.7% de Trump.

La pandemia -que ha dejado más de 204 mil 762 muertos en el país- marcó el desarrollo del debate, y en el auditorio todos los presentes -salvo Trump y Biden y el moderador Wallace- portaron mascarillas y las sillas están colocadas para respetar el distanciamiento social.
El próximo debate será el 7 de octubre, en Salt Lake City, Utah, entre los compañeros de nómina de Trump y Biden: el vicepresidente Mike Pence y la senadora Kamala Harris, respectivamente.
Los dos candidatos presidenciales tendrá otro cara a cara, el 15 de octubre, en Miami.