Israel detectó este viernes dos drones lanzados desde Líbano, uno de ellos interceptado y otro que impactó en un edificio en la ciudad de Herzliya, en el centro del país, sin que se hayan registrado todavía víctimas o heridos.
“Tras las alertas emitidas hace poco en el centro del país, se han avistado dos drones cruzando la frontera procedente del Líbano. Los dos aviones estuvieron bajo vigilancia desde el momento en que ingresaron al espacio aéreo y las fuerzas pudieron interceptar con éxito uno de ellos”, informó un portavoz del Ejército israelí.
El portavoz subrayó que el incidente está bajo investigación y que no se han registrado por el momento víctimas ni heridos, pero sí daños materiales.
También, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel, que un dron “cruzó desde Siria hacia territorio israelí y cayó en un área abierta en el norte de los Altos del Golán, donde no se reportaron heridos, solamente se activaron las sirenas de acuerdo con el protocolo”.
Por su parte, la Policía israelí informó de que ha recibido múltiples informes sobre la caída de fragmentos del aparato en Herzliya, donde han desplegado agentes y expertos en desactivación de explosivos.
El Ejército informó de que, en todo el día de hoy, se ha detectado el lanzamiento de 230 proyectiles disparados desde Líbano, atribuidos a Hizbulá.
Israel se encuentra en plena celebración de Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, una jornada de ayuno, rezo y reflexión, que vive en guerra por primera vez desde 1973, aunque indicó que durante las 25 horas que dura la festividad no llevaría a cabo acciones ofensivas, solo defensivas.
Israel y el grupo chií Hizbulá están enzarzados en un intercambio de fuego desde hace más de un año, en paralelo a la guerra en Gaza, que ha escalado en las últimas semanas, cuando el Ejército israelí intensificó sus bombardeos en el país vecino y emprendió una incursión terrestre, que ha causado más de 2.100 muertos y 11.000 heridos en Líbano.
La aviación israelí lanzó anoche un bombardeo en el centro de Beirut, dirigido a Wafiq Safa, jefe de la unidad de enlace de Hizbulá que aparentemente salió ileso, pero en el que murieron otras 22 personas; después de que Israel matara hace dos semanas al jefe máximo del grupo chií, Hasán Nasralá.