Una nueva marcha antigubernamental convocada para este sábado en Lima reunió a centenares de personas y se desarrolló de manera pacífica en gran parte de su recorrido, hasta que se produjo un enfrentamiento con la Policía, que desalojó a manifestantes que ingresaron a la céntrica plaza San Martín.
A diferencia de la jornada de protesta que concentró a miles de personas durante la tarde y noche del miércoles pasado, la convocatoria de la Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha (CNUL) fue respondida este sábado en su mayoría por personas que han llegado desde el interior del país a la capital peruana para expresar su rechazo a las autoridades del Ejecutivo y Legislativo.
Diana Flores, una manifestante que arribó desde Puno, donde en enero pasado murieron 19 personas en enfrentamientos directos con las fuerzas de seguridad, dijo a EFE que el objetivo de la marcha es que “como país tengamos la oportunidad de reconciliarnos, y hacerle frente a un gobierno que no respeta nuestros derechos”. “Esta situación no puede seguir así, ni el Congreso ni el Ejecutivo pueden seguir de esa forma”, enfatizó.
A su turno, Janeth Mendoza Huarancca, cuyo hermano, Jhon Henry Mendoza, fue una de las víctimas mortales de la represión de las manifestaciones en diciembre pasado en la ciudad de Ayacucho, dijo que “nunca va a reconocer” a Dina Boluarte como presidenta. “Yo vine desde Ayacucho el 18 de julio para pedir justicia para mi hermano”, afirmó.
Los manifestantes se reunieron en la plaza Dos de Mayo y desde ahí iniciaron una marcha por calles y avenidas céntricas para reiterar su pedido de renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria a elecciones generales y a una asamblea constituyente.
La CNUL acusó al Gobierno y al Congreso de formar una “coalición golpista” y aseguró que la conformación de “un frente social por el cambio en democracia es una necesidad para superar la crisis política y social” que afecta a Perú.