Venezuela, Nicaragua y Afganistán no habrían pasado el filtro para su adhesión a los Brics, tras ser vetados de manera informal por Brasil, debido, en el caso de los dos países latinoamericanos al enfriamiento de las relaciones, y en el tercero por estar en estos momentos bajo las autoridades talibán, según la prensa brasileña.
No obstante, el Gobierno brasileño, a través del asesor de la Presidencia, Celso Amorim, ha asegurado que han dejado de lado “cuestiones morales o políticas” para fijar los criterios y que se han centrado en cuestiones “objetivas”.
“No nos preocupa la entrada o no de Venezuela, no estamos juzgando moral o políticamente al país en sí. Los Brics tienen países que ejercen diferentes tipos de regímenes, la cuestión es saber si tienen capacidad por su peso político y de relaciones si pueden contribuir a un mundo más pacífico”, ha justificado.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha llegado por sorpresa el martes por la noche a Kazán. A su llegada se ha reunido ya con su par bielorruso, Alexander Lukashenko y luego sostuvo una reunión con Putin.
Según el diario brasileño Folha, la señal de presión es obvia, dado que el régimen chavista cuenta con el apoyo militar de Rusia.
La lista de los posibles países que ingresarían, que está elaborando la presidencia rusa del bloque, aún no es definitiva y puede haber sorpresas en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, destacó el diario.
A lo largo de este jueves 24 de octubre está previsto que se analicen las solicitudes de adhesión de varios países más, entre ellos Bolivia, Cuba, Turquía, Indonesia, Nigeria, Bielorrusia, Malasia, o Uganda, entre otros.
CHINA Y BRASIL DEFIENDEN UN MUNDO MULTIPOLAR Y EL FIN DE LAS GUERRAS
Los presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y China, Xi Jinping, han centrado sus discursos inaugurales en la cumbre de los Brics que se celebra en Kazán, en la defensa de un mundo multipolar, con menos relaciones asimétricas entre Estados, y advirtiendo del riesgo de una escalada en Ucrania y Oriente Próximo.
Xi ha destacado la necesidad de “que se escuche la voz de los países del Sur Global” y ha instado a los BRICS a “liderar la reforma de la gobernanza global”, basada en “un verdadero multilateralismo”.
En esa línea se ha manifestado Lula, quien ha adelantado que la “lucha por un mundo multipolar” y “relaciones menos asimétricas” serán la piedra angular a través de la cual girará la presidencia brasileña de los Brics para el próximo año.
Lula ha vuelto a incidir en crear “métodos de pago alternativos” entre los países de los Brics para que ese orden multipolar deseado se refleje en el sistema financiero internacional. “No se trata de cambiar nuestras monedas”, ha matizado.
“Muchos insisten en dividir el mundo entre amigos y enemigos. Pero a los más vulnerables no les interesan las dicotomías simplistas. Lo que quieren es mucha comida, trabajo decente y escuelas y hospitales públicos de calidad”, ha dicho.
El presidente brasileño ha subrayado que estas mayorías también ansían paz. En ese sentido ha criticado en concreto las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, defendiendo el fin de las mismas y evitar una escalada aún mayor.
“Esa insensatez ahora se está extendiendo a Cisjordania y Líbano. Evitar una escalada e iniciar negociaciones de paz es también crucial en el conflicto entre Ucrania y Rusia”, ha manifestado Lula a través de videoconferencia, ausente ‘in situ’ de la cita de Kazán como consecuencia de su accidente doméstico del sábado.
“En un momento en el que nos enfrentamos a dos guerras con potencial de volverse globales es fundamental restablecer nuestra capacidad de trabajar juntos en pro de objetivos comunes”, ha remarcado el líder brasileño.
De igual manera, Xi también ha reclamado evitar un aumento aún mayor de las hostilidades de Ucrania. “Debemos construir unos Brics de paz”, ha dicho. El presidente chino ha destacado propuestas como las de Pekín y Brasilia para acelerar el fin del conflicto y ha pedido “promover la desescalada lo antes posible”.
Con respecto a Oriente Próximo, Xi cree que los Brics deberían “presionar” a las partes para “lograr un alto el fuego y el fin de las matanzas”, así como una solución “integral, justa y duradera” a la cuestión palestina.