La izquierdista Xiomara Castro, la primera mujer en gobernar Honduras, asume este jueves 27 de enero un país golpeado por la pobreza, la migración, el narcotráfico y la corrupción, mientras apaga una crisis en el Parlamento que amenazó su liderazgo.
De 62 años y esposa del derrocado expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), Castro puso fin a una supremacía de derecha con una coalición liderada por su partido, Libertad y Refundación (Libre).
“Doce años de lucha y 12 años de resistencia. Hoy inicia el gobierno de pueblo. Buenos días Honduras”, escribió Castro en Twitter.
Desde la madrugada se armaron grandes filas en el Estado Nacional, donde unas 29,000 personas participarán de la ceremonia de juramentación. Llegan con banderas de Honduras y de color rojo, del partido Libre.
Pepe Palacios, ingeniero de 50 años, ondea la bandera de la diversidad. “Nos sentimos reconocidos, hemos recibido una invitación para estar acá y poder libremente expresarnos. Eso nunca se había dado”, aseguró.
Castro se ha mostrado abierta a discutir el matrimonio entre personas del mismo sexo, en un país altamente conservador.
La ceremonia tiene como invitados estelares a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y al rey de España, Felipe VI.
Para desarrollar su plan de gobierno, Castro necesita del apoyo del Parlamento, donde no tiene mayoría absoluta. Peor aún, Libre se dividió al elegir diferentes presidentes del Congreso, generando una crisis. Sin embargo, el panorama parecía aclararse.
Este jueves, el diputado Luis Redondo, apoyado por el partido de Castro y sus aliados, abrió sin contratiempos la sesión como presidente del Congreso.
En tanto, el rebelde Jorge Cálix, quien también se había proclamado titular del Legislativo respaldado por opositores de derecha y una veintena de disidentes de Libre, guardó silencio. El miércoles se le ofreció un cargo dentro del gobierno y se esperaba su respuesta.