Dos predicciones de políticos locales parecen haberse convertido en realidad durante el primer mes del nuevo gobierno. En campaña, Ricardo Lombana repitió, una y otra vez, “ellos o nosotros”, dando a entender que los partidos Realizando Metas (RM), Cambio Democrático (CD), Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Panameñista eran la misma cosa.
Por otro lado, Luis Eduardo Camacho, durante la transición de gobierno, advirtió que “20 no son 37″ y que, por lo tanto, la coalición Vamos no tendría liderazgo en la Asamblea Nacional. En esta coyuntura, el partido RM, que llevó a José Raúl Mulino a la presidencia de la República y cuyo presidente es Ricardo Martinelli, hoy asilado en la Embajada de Nicaragua en Panamá, ha tomado control de la junta directiva de la Asamblea y sus principales comisiones.
Dana Castañeda, de RM, logró colocar en la presidencia de la Asamblea a una aliada de décadas del presidente de la República, José Raúl Mulino. Shirley Castañeda, política de confianza de Ricardo Martinelli, controlará la Comisión de Credenciales, Reglamento, Ética Parlamentaria y Asuntos Judiciales.
“La política hace extraños compañeros de cama” es una frase atribuida a William Shakespeare. Dos personas con perfiles totalmente distintos serán responsables de dirigir y fiscalizar el rumbo económico del país, luego del resultado de las elecciones en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea. Por un lado, Felipe Chapman, un economista de corte empresarial y defensor de la reducción del tamaño del Estado y, por otro, Sergio Gálvez, presidente de la Comisión de Presupuesto, un político de carrera, amante del apoyo del Estado a sus electores y residente de uno de los barrios populares de la capital. Ambos deberán entenderse, reactivar la economía y hacer al Estado más eficiente para, entre otras cosas, obtener nuevamente el grado de inversión y que el “chen chen” llegue a la población.
El PRD ha salido bien parado en el primer mes de la Asamblea, luego del rotundo fracaso de su candidato presidencial, José Gabriel Carrizo. Que RM le cediera un puesto en la Comisión de Presupuesto demuestra que el partido de gobierno entiende que quien gobernó en el pasado quinquenio es un aliado crucial en la Asamblea. Mientras tanto, la fusión entre RM y CD parece, a estas alturas, inevitable.
El Partido Panameñista, con una bancada joven y en su mayoría caras nuevas, perdió la oportunidad de reinventarse y se ha sumado a una coalición RM/PRD/CD. Esta decisión encaminará al partido a convertirse, en un futuro cercano, en un colectivo que elección tras elección luchará por su subsistencia como el Movimiento Liberal Republicano Nacionalista y el Partido Popular.
En términos boxísticos, Vamos ha recibido golpes en el primer mes de la Asamblea. Ha perdido todas las elecciones en las que ha ido con candidato propio a la cabeza. La estrategia de Vamos para lograr 20 diputados, la mayoría en circuitos plurinominales, fue un éxito que ni sus propios dirigentes se esperaban. Sin embargo, la decisión de Juan Diego Vásquez y Gabriel Silva de no reelegirse, el obtener poca representatividad en los circuitos uninominales y el no apoyar a ningún candidato presidencial ha dejado a su coalición en una posición de minoría, aunque sea la bancada con más diputados, y con una dirigencia sin experiencia en la Asamblea.
La forma en que su gestión de oposición sea percibida por la ciudadanía y el lograr permanecer unificados determinará el futuro de Vamos. El rol del Movimiento Otro Camino (MOCA) en la Asamblea ha sido definido por el diputado, hechura de los medios televisivos, Ernesto Cedeño. Su papel de malagradecido y Judas empaña a MOCA y hace difícil a su presidente, Ricardo Lombana, tener una voz en el hemiciclo legislativo para hacer resonar el “ellos o nosotros”.
Por su parte, los ciudadanos esperan el regreso del “chen chen”, la propuesta de cambio constitucional prometida en campaña y empiezan a entender el significado de “Mulino es Martinelli y Martinelli es Mulino”.
El autor es empresario y licenciado en Ciencias Políticas, master en Economía Empresarial de Incae.