Un desliz de la lengua (lapsus linguae), una lengua más rápida que la transmisión química entre las neuronas, una dopamina envejecida o alterada por quién sabe qué otras substancias, el diálogo de un guión mal memorizado, el desacuerdo con el libreto (políticamente incorrecto) y la adicción a las trampas en la política, todas pueden cambiar las reglas del juego y, por qué no, de las matemáticas.
La aritmética, rama de las matemáticas, es antiquísima y simple, sencilla, elemental, como Watson. Estudia los números y sus operaciones, p.j.: 8 x 4. Suma, resta, divide y multiplica. Lo que habrá que hacer el 5 de mayo. Y, ya hay un partido que abulta el resultado a pesar de la simplicidad de los elementos de la ecuación: 8 x 4= 40. El álgebra, otra rama de las matemáticas, es más complicado que la sencillez aritmética. El álgebra requiere lógica para armar y desarmar los problemas y las respuestas, no necesariamente para resolverlos. Emplea números, letras y signos para ser interpretados, aún a pesar de su complejidad. Los políticos tienen mucha simpatía y afición por ese instrumento para comunicarse con sus pueblos, así, combinan elementos de estructuras abstractas para crear promesas con dineros adeudados, como se hace en los tiempos electorales.
Por eso, Aurelio Ángel Baldor, el famoso matemático de las álgebras, cubano, nacido en Miami (nacido en 53 aC: 53 años antes de Castro), tuvo que estudiar primero a Arquímedes (nacido en 287 AC: año 287, antes de Cristo), conocido como el “padre de las matemáticas”, además de físico, ingeniero y astrónomo, para luego adentrarse en el mundo de Muhammad ibn Musa al-Khwarizmi (nacido en el siglo VIII, después de Cristo), astrónomo y matemático musulmán, conocido como “padre del álgebra”.
Ahora, tratemos de descubrir por qué desde anoche 13 de marzo de 2024, 8 x 4 = 40.
Puede ser que el candidato realmente esté pensando en hacer la jornada de trabajo del gobierno de 4 días a la semana y, como la semana, de cabo a rabo, tiene 8 días y 40 es el número de horas a los que hemos estado acostumbrados a oír que trabajan por semana, le salía oportuno un trabalenguas como ese: “4 x 8 es igual a 40, Ricardo”. De esta forma, estaba prometiendo al mismo tiempo, que el gobierno y los funcionarios que pagamos nosotros, trabajarían más tiempo del que hoy trabajan. Difícil considerar que los legisladores vayan a pasar esa ley, pero “en política no hay sorpresas sino sorprendidos”.
Podría ser que, acababa el candidato de aprender que el embarazo de 9 meses es de 40 semanas y no de 36 semanas, porque los obstetras muy hábilmente, desde hace mucho tiempo, se dieron cuenta de que decir a las mujeres que el embarazo dura 10 meses lunares, es decir, 10 meses de 4 semanas cada uno, les bajaría el número de clientes por rehusar a tener embarazos tan largos. No estoy seguro si el candidato podría desenredarse después de tal embarazosa confesión, sobre todo cuando se propone cada vez “hablar con la verdad”. Pero, es más fácil sumarle 8 horas a 32 horas, para justificar el pago de 40 horas a sus correligionarios, que no trabajan tanto tiempo y solo cada otros 5 años, cuando no se hace fraude, y no pueden vivir sin volver a la papa gobiernista para poder educar a sus hijos con becas especiales en escuelas de verdad, no escuelas chozas; movilizarse en rápidos autos deportivos y otros lujosos, para visitar pueblos sin carreteras ni caminos; llevar agua en carros cisternas que se llenan en los ríos y se vacían en sus cuentas bancarias allende las fronteras, o repartirse cual piratas los botines encontrados en las arcas de desgobiernos, con contralores que también las miran.
Todo esto es improbable. Como este candidato le gusta tocar batería, bailar montuno, saltar en Carnavales al son de la alegría y la mojadera acuática, lo más probable es que ahora confundió a Panamá con República Dominicana. Ya antes lo hizo con Francia, como otro. Esa especial pasión por la música y la geografía lo llevó a enredar 8 x 4 = 32, y hacerle la guerra a Ricardo Lombana, con las bachatas de Juan Luis Guerra y su 4.40.
El próximo debacle presidencial tiene como tema la agricultura, el cultivo y cuidado de la tierra, cuyo desarrollo se hizo paralelo con el de las matemáticas, para medir y para calcular. Esperamos nuevas definiciones.
El autor médico pediatra y neonatólogo