El tiempo vuela y las elecciones de 2019 están a la vuelta de la esquina: cuanto antes seamos conscientes de ello, estaremos mejor preparados para elegir. Uno de nuestros grandes defectos es dejar para mañana lo que tenemos que hacer hoy, además de abdicar nuestro empeño y capacidad de cambio en figuras de autoridad que nos “resuelvan” los problemas, llámese general o presidente: dictaduras y “dictablandas” de facto por la actitud de los ciudadanos.
Tenemos que comenzar a hacer una relación ordenada de los asuntos a tratar de aquí a la cita electoral, para construir un criterio civil alejado lo más posible de las pasiones. No nos hace falta más patriotismo, nos hace falta con urgencia una idea clara de patria y la voluntad para construirla, conceptos ambos que perdimos hace mucho tiempo. “Patria” no puede ser “tantas cosas bellas”, tiene que ser asuntos concretos.
Todos los días son políticos. Haremos bien en construir un criterio como sociedad para que no nos vuelvan a engañar.
La política es “un combate para definir el bien común”, según Norbert Elias, pero no falla esta sino los políticos: las herramientas en manos corruptas se convierten en armas contra el pueblo, como las ideas o la fe.
Vamos a ir anotando temas, analizando ideas, buscando un criterio. Si Panamá significa “abundancia”, espero que sea de ciudadanos con ganas de saber. Nos sobran corruptos y maleantes que nos prefieren hartos de pan y circo.
Hagamos patria, pensemos, gritemos ¡el rey está desnudo!, aunque nos llamen tontos, como en el cuento de Andersen. Que los candidatos de 2019 sepan que les esperamos críticos y descreídos, que es como mejor se elige.
El autor es escritor