En mis aspiraciones a la dirección de la Caja de Seguro Social, le plantee en esa oportunidad a la junta directiva que el problema de la institución es gerencial, y que la OPS y OMS lo han señalado, de tal forma que si no resolvemos ese tema, las soluciones que se puedan dar serán tácticas, porque los problemas serán recurrentes, pues no hemos eliminado en forma estratégica las causas que lo originan.
La institución debería tener una organización matricial, donde cada unidad ejecutora tuviese las unidades horizontales que le permitiesen tener una capacidad de resolución, pero a la vez unidades verticales que den servicios a las unidades ejecutoras, aprovechando las ventajas de grandes escalas, para disminuir costos y mejorar la eficiencia, pero dentro de un principio de unidad de dirección, estableciendo los mecanismos de coordinación.
Lo que estamos observando es un problema gerencial. Enterarse en estos momentos de una situación que ha sido una acumulación de irregularidades, nos indica que la organización no está siendo evaluada y que probablemente no hay indicadores que permitan identificar, en este caso, desviación de recursos.
Diseñar un sistema gerencial implica barrer con todas las estructuras que impiden un cambio de cultura organizacional. Les comento el caso de una empresa mixta, regentada por una empresa privada, que cuando se encargó de la administración eliminó a todos los gerentes, no porque eran deficientes, sino sencillamente para poder introducir una nueva cultura organizacional. Los empleados que ya por su edad estaban en una curva de rendimientos decrecientes, fueron beneficiados con incentivos para que se separaran de la empresa, y una vez consolidados esos esfuerzos, las políticas de la empresa se pudieron implementar sin ninguna dificultad.
En una organización compleja como la Caja de Seguro Social, son recomendables los contrapesos, como en cualquiera otra organización. Si tanto el director como el subdirector son médicos, no se complementan, porque tienen los mismos atributos. Al final, el de mayor jerarquía anula al subalterno. Habría valores agregados si el equipo de dirección estuviese conformado por un gerente y un médico que pueda liderar los servicios de salud de la organización.
Quienes hemos tenido alguna experiencia laboral en la CSS, sabemos lo difícil que es introducir cambios, de pronto se percibe que cuando esos cambios dejan en evidencia la mediocridad, habrá una resistencia tenaz. Como docente universitario, impulsamos un diplomado de administración de servicios de salud, y lamentablemente pocos administradores asistieron.
Sencillamente están en un entorno que no los obliga a superarse profesionalmente y no van a abandonar su área de confort para hacer las cosas diferentes. Estamos a tiempo de introducir una nueva cultura organizacional, se requiere con urgencia una reingeniería.
El autor es especialista en administración de servicios de salud