Gran parte de la población actual no piensa en que estamos de paso en este planeta y que cuando nos toque partir, nuestros descendientes son los que les tocará quedarse. Esto, más que un decir es la realidad. Recientemente, escuché a un colega expresar que se quiere a lo que se conoce y se entiende (…) y me hizo pensar que será que no entendemos sobre cambio climático, que desforestar los bosques tiene consecuencias, la quema de parcelas de terrenos es perjudicial, arrojar basura a los ríos es contaminar, en fin, hay tantas cosas que se pueden poner de ejemplo.
Cada 1 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Ecología, y en las escuelas y universidades inician desde final de octubre las ferias y conferencias para explicar sobre el tema, ya que en todas las instituciones educativas del país ven la asignatura Educación Ambiental. La importancia de resaltar este tipo de actividades entre nuestros estudiantes es para reforzar conocimientos y precisamente motivar la conciencia ambiental.
Pero, ¿qué hay de los que ya no están en un aula de clases, los que no participan de estas actividades, cómo le hacemos entender la realidad que está sufriendo el planeta por nuestra falta de conciencia y que está en juego la existencia?
Seamos ciudadanos más comprometidos, que no solo sea en vísperas de la celebración del Día Mundial de la Ecología que le tomamos importancia, pues más que un tema hay una realidad a la que tenemos que ponerle atención. Que se divulgue más a la ciudadanía, hagamos eco de estas actividades durante todo el año.
Todos los días nuestro Dios nos regala el canto de las aves, el sonido de la lluvia cuando cae, el zumbar del viento entre las ramas de los árboles, el sonido al correr el agua en los ríos para que lo disfrutemos. Y lo más importante, esto es gratis ¡por qué no quererlo!
Aprende a disfrutar de lo que te rodea, aún podemos salvar muchas especies que están en peligro de extinción. Valora la tierra, el aire, el agua y sobre todo la vida del ser humano. Que conciencia ambiental no solo sea por una fecha, o solo sean palabras de moda, pues las modas pasan, se olvidan y solo las recordamos cuando miramos las fotografías.
No es fácil cambiar nuestra forma de pensar y actuar, quizás ya no te corresponda estar en un aula de clases, pero lo importante es que te preocupes, quieras hacerlo y des el primer paso. Involúcrate y toma conciencia, sé protagonista. El planeta nos está avisando y antes que nos pase la factura, necesitamos tomar acciones y de eso se trata la conciencia ambiental.
La autora es educadora