El día de hoy, 11 de octubre, se reconoce el Día Internacional de la Niña. Se preguntarán la razón de su existencia. Hace casi 25 años, durante la Conferencia Mundial sobre la Mujer en China, nació la Declaraciónde Beijing, la cual fue la primera en promulgar los derechos de las niñas. Las niñas viven, por lo general, situaciones de trato desigual, a pesar de contar con los mismos derechos de educación, acceso a servicios de salud y seguridad. En base a esto, el 19 de diciembre del 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el Día de la Niña para resaltar la necesidad de apoyar los esfuerzos para salvaguardar sus derechos a nivel mundial y a todos los niveles.
Una manera de empujar esta lucha internacional por los derechos de la niña son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el número cuatro, que promulga el acceso a una educación de calidad, o el cinco, por la igualdad de género, que es un derecho humano fundamental. De igual manera, recientemente se realizó en Guatemala la reunión por el impacto de la corrupción en la desigualdad de género, organizado por Transparencia Internacional. Las mujeres y las niñas son afectadas de manera desigual por la corrupción, la burocracia y procesos ineficientes, que no permiten su acceso a servicios básicos de salud y educación, protección en casos de violencia y de abuso.
En Panamá, algunos organismos que deben velar por la protección de los derechos humanos, y en especial de las niñas, son el Instituto Nacional de la Mujer y la Defensoría del Pueblo, entre otros. Los fundamentos de estas organizaciones han sido recientemente afectados. Es nuestra responsabilidad como panameños pronunciarnos y proteger estas instituciones que existen para que las personas más vulnerables puedan surgir. Es de beneficio para nosotros, como individuos, comunidades, como país y como sociedad, apoyar al desarrollo transparente y eficiente de estas instituciones.
En paralelo, trabajar para que las niñas se preparen en profesiones no tradicionalmente femeninas, como las ciencias, las matemáticas, ingeniería y la tecnología, que pueden abrir un mundo de posibilidades para ellas. Cultivar estas oportunidades de manera integral para las niñas puede ayudarnos a surgir como país, viviendo en prosperidad de manera sostenible. Las nuevas generaciones tienen estas posibilidades. ¡Apoyemos su logro!
La autora es doctora en salud pública, miembro de Ciencia en Panamá y vicepresidenta del capítulo panameño de Transparencia Internacional.