‘Duélale a quien le duela’



Estas famosas palabras son la losa con las que el señor de los bates y cocientes aplastó a sus oponentes por allá por mayo. Y vinculaba la sabiduría del pueblo y a Dios en toda esta locura que es mantener a los mismos tipos por más de tres décadas “en la papa”, porque este señor no “hace patria”, hace un buen puré que él solito se come, y se le nota.

Benicio del Beis es uno de los personajes más turbios que soporta nuestra democracia desde hace años, y sus colores de partido combinan bien con los de las otras formaciones políticas que, juntos y bien revueltos, dan un color más bien feo, tirando a gris rata, con el que pretenden pintar este arranque del Buen Gobierno.

Detrás de su “infantitez”, o sus declaraciones sobre el Canal y la educación (en otros países sería motivo de dimisión por puro ignorante), se esconde simplemente un superviviente ⸺una rémora bien orgullosa⸺, del sistema democrático al que reeligen por pereza, maldad o ignorancia, nunca por ser competente o demostrar buen hacer. Pero ahí sigue, más de tres décadas después, con su carita de yo no fui.

Es muy grave decir que la educación no aporta nada al fisco, no por lo económico, sino por lo social y cívico. Es la educación, la lectura, la cultura, la que refuerza a los ciudadanos contra personajes de su calaña. Viajen a los circuitos de diputados como él (los hay, y muchos, y saben ustedes quiénes son) y verán miseria básicamente. Es por eso que a esta clase de políticos, les conviene más plata del Canal y menos educación.

¿Habrá mecanismos legales para hacer dimitir a este mal funcionario? Ya sé que soy ingenuo pero allí queda la idea: a este tipo de político hay que despedirlo e inhabilitarlo. Flaco favor le hace al presidente de la República: el Palacio de las Garzas, no se merece un color tan feo.

El autor es escritor 

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