Desde hace 15 años, esta organización ha estado trabajando para promover el desarrollo cultural e histórico de Natá, misión con la que nos hemos comprometido para recobrar el sitial que le corresponde a la ciudad más antigua del litoral Pacífico.
Cuando deseamos ser solidarios y ayudar a los demás, nos incorporamos a organizaciones con las que podamos canalizar nuestras energías para lograr el bien común, tarea que logramos con perseverancia y tenacidad, convencidos de que la sumatoria de esfuerzos de los natariegos promoverá las condiciones para que nuestros hijos tengan un mejor futuro.
Esas son las motivaciones por las cuales estamos en la fundación, en donde hay un grupo beligerante que aporta su tiempo y energía para convertir nuestros sueños en realidad, no obstante, todos los natariegos y amigos de Natá tienen su espacio para colaborar con estos nobles propósitos, identificándose con nuestros proyectos y participando de nuestras actividades.
Sería largo enumerar el recorrido durante estos 15 años, pero tenemos la satisfacción de disfrutar de la sonrisa de un niño al que, año tras año, cuando visitamos una escuela de las comunidades de Natá, le llevamos un regalo de Navidad. Recordamos el inicio de la Escuela de Música, que comienza con el patrocinio de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, que con un pequeño aporte logró que esta semilla germinara y que hoy en día es la Fundación Orquesta Juvenil de Natá, institución de la que nos sentimos orgullosos, por la proyección cultural que ha tenido a lo largo y ancho del país.
Estamos comprometidos en convertir a Natá en un lugar turístico, en el que los visitantes puedan percibir el valor histórico de la iglesia de Natá, y de la Capilla San Juan de Dios –que eventualmente se ha de convertir en un museo– y resaltar los valores culturales que son determinantes en la formación integral de nuestros jóvenes.
Nos preparamos para celebrar los 500 años de la fundación de Natá, fecha para la que aspiramos a concretar algunos proyectos, tarea que solo será posible si logramos unir esfuerzos y emprendemos la misión de solidarizarnos con Natá.
Cuando deseamos tantas cosas buenas pero no actuamos, estas manifestaciones no dejan de ser expresiones románticas. Pretendemos que los natariegos y amigos de Natá se vinculen, de una u otra forma, a esta gran cruzada, para lograr un mejor Natá.