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TRIBUTO PERSONAL

Guillermo, un amigo

Guillermo, un amigo
Guillermo, un amigo

En los años en que me tocó laborar como funcionario en la Fiscalía Electoral, cuya sede estaba en la avenida Perú, pude encontrarme en múltiples ocasiones con el poeta, escritor y periodista de gran sapiencia intelectual Guillermo Sánchez Borbón, quien estuvo pendiente de la oportunidad de conversar y de intercambiar opiniones sobre los temas más relevantes del momento, siempre bajo el respeto de nuestras diferencias políticas.

Además, con la familia Sánchez Borbón me ligó un vínculo de afecto y admiración. Con su hermana, la pintora Olga Sánchez Borbón, quien residió por muchos años en España, le profesé una real admiración por su talento y su obra pictórica. Con sus hermanos José María Sánchez y Rodrigo Sánchez, mantuve una relación cordial de amistad y respeto, a la vez que intercambié regularmente expresiones de afecto y de aprecio familiar. Guillermo sobrevivió a todos ellos y recibió el aprecio que le profesaba a toda su familia.

Guillermo Sánchez Borbón como periodista fue en mi opinión muy valiente, ya que en toda adversidad supo defender sus ideas propias. Desde temprana edad tuvo gran simpatía por el marxismo, creo que desde el punto intelectual esa doctrina le fue muy útil, aun cuando los políticos, los que pregonaban ser impolutos militantes de la izquierda, en los tiempos en que gobernaba el dictador Stalin, se negaban a reconocer la realidad. Guillermo, como muchos otros, quedó desencantado por las atrocidades cometidas por el comunismo soviético. Después de haber probado esa doctrina, Guillermo esbozó un compromiso personal con ideas liberales, al tiempo que reafirmaba sus ideales de justicia social.

Nunca fue necesario que Guillermo me dijera que diferíamos en la evaluación del proceso revolucionario liderado por el general Torrijos, pero él con su pluma, “En Pocas Palabras”, en el diario La Prensa, denunció y cuestionó severamente las actuaciones que consideró repudiables del régimen militar.

Cuando se cometió el crimen del doctor Hugo Espadafora, fue la pluma de Guillermo la que reveló el deleznable acto perpetrado por la dictadura militar, dejando para la historia un registro pormenorizado de este crimen. También fue la pluma de Guillermo la que elaboró el recuento del crimen del padre Héctor Gallego, cometido en Santa Fe de Veraguas, atroz crimen en el que solo se juzgó a los que participaron en su arresto.

Debo decir que al desaparecido periodista Guillermo Sánchez Borbón se le injurió por expresar sus ideas propias y por su combativo espíritu, pero él supo siempre mantenerse con la cabeza en alto, sin prestarle atención a los necios y a los serviles de toda laya.

Con Guillermo Sánchez Borbón se confirma la frase de que “la pluma es más fuerte que la espada”. Guillermo fue un espadachín de la prosa y del verso, y sus luchas nos legaron un mejor Panamá. Hasta siempre, poeta.

El autor es abogado y periodista 


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