Cuando escuchamos temas sobre esta popular vía de Panamá, en los últimos años lo que viene a nuestra mente es inundaciones, problemas, empresarios descontentos, residentes enojados y lo más importante falta de clientes; al parecer la raíz de todos los males fue el proyecto de revitalización de la vía Argentina como es conocido, que emprendió en marzo de 2017 el pasado alcalde de la ciudad José Blandón.
Sabemos que el proyecto se formuló con toda la intención de modernizar esta popular vía, pero las consecuencias del periodo de construcción y del ahora proyecto entregado (con 95% de avance según la Alcaldía) han sido terribles, por lo cual muchos nos preguntamos, ¿se han recuperado los empresarios luego de años de construcción de este proyectó? Lo cierto es que desde que se inició el proyecto han cesado sus funciones más de 50 comercios. Hoy por hoy sabemos que un grupo de comerciantes están por interponer una demanda al Estado valorada en aproximadamente $8 millones por todas las pérdidas generadas dentro del período de construcción y algunas consecuencias como inundaciones por problemas en los canales pluviales, aguas servidas entre otros.
El nuevo alcalde José Luis Fábrega está planteando medidas a corto, mediano y largo plazo para solucionar los problemas de la vía, luego de esto insiste que la solución permanente se encuentra con el diálogo y compromiso interinstitucional, y llevar adelante una evaluación completa del sistema de drenaje pluvial y sanitario en el sector de El Cangrejo. Se requiere, asimismo, dijo el alcalde, realizar un programa de mantenimiento de drenajes.
Los comerciantes de vía Argentina buscan resurgir de las cenizas como diríamos luego de este proyecto para devolverle la vida a esta vía que hace unos años era una de las más concurridas de la ciudad por la variedad de restaurantes y sitios de recreación que brindaba a los ciudadanos.
Nos toca esperar el pasar de los meses venideros a ver si esta esperanza se vuelve una realidad.
Toda esta situación nos muestra la triste realidad de un país que sigue creciendo y desarrollándose de una manera desordenada, queda en cada uno de nosotros los panameños velar por nuestros intereses y evitar que situaciones como estas se vuelvan a repetir.