La educación es un tema de Estado. Lograr que las políticas públicas en materia de educación cumplan sus objetivos depende en gran medida del papel protagónico que deben desempeñar los tutores en casa para dotar a la niñez de valores, autoestima, motivación y resiliencia.
La Universidad Santa María la Antigua promueve la investigación en las ciencias sociales, en alianza con otros centros e instituciones en temas que afectan el bienestar de la población. Esto ha incluido el proyecto Impacto de la Beca Universal en Retención Escolar y Cumplimiento del Ciclo Educativo.
Sus resultados revelan que el promedio histórico de retención escolar condicionada a cumplir el ciclo educativo en el tiempo deseado, para el caso de la básica, de 1996 a 2012, era del 74% al 87%. Sin embargo, a partir del inicio del programa en 2011 se produce una ruptura positiva. Para el ciclo de 2012, articulado con otros programas, se logra retener al 94% de los estudiantes: es decir, aumenta el número de estudiantes que terminan su ciclo de estudio en el tiempo establecido en el sistema educativo.
En el caso de la Premedia y Media, desde 1996 hasta 2011, el porcentaje de retención escolar condicional al cumplimiento del ciclo educativo sin repetir algún año oscilaba entre el 43% y 45%. Por primera vez, en el ciclo de estudiantes 2012-2017 el sistema logra aumentar su efectividad a 51%.
Otro hallazgo importante es que las niñas están aprovechando mejor el programa. Tanto en la educación básica, premedia y media, alcanzan el 59% de retención y terminación de sus estudios en el tiempo esperado, mientras que en los niños es del 51%. A esto cabe añadir que la investigación pone en el tapete que estudiantes en condiciones de desigualdad social, de no haber recibido este apoyo económico, estarían en las estadísticas de deserción escolar o en riesgo social.
Se debe recordar que el objetivo del programa es garantizar que las niñas y niños se mantengan en el sistema educativo. No cabe atribuirle al programa aspectos relacionados a la calidad de la educación, índice de fracasos y aprovechamiento educativo. Aun así, el programa requiere modificar su denominación, criterios, requisitos de otorgamientos, institucionalizar indicadores para su evaluación y mejorar el acompañamiento con los tutores.
El autor es sociológo, profesor en la USMA y miembro de Ciencia en Panamá
