Cuando surgió el nombre del luchador social Luis Navas para integrar la Junta Directiva de la ACP, no hubo ninguna muestra de rechazo. Muy por el contrario, sí de gran satisfacción, puesto que el que se proponía encarna el esfuerzo de un panameño que dedicó su vida por los pobres y por la patria.
Hablar de Luis Navas Pájaro, es enseguida rememorar las luchas del movimiento popular y, por supuesto, la nacional en procura de la reivindicación del bien más preciado del país: el Canal de Panamá.
No cabe ninguna duda de que ese nombre no deja de invocar las largas jornadas de acción de un orgullosos y brioso movimiento estudiantil comprometido con la juventud y con la patria.
Luis Navas es uno de los pocos hombres nacionales que estuvo siempre a la altura de las circunstancias, presente siempre cuando la patria reclamó los empeños de sus hijos. En suma, nunca le falló.
Surgido de las entrañas del pueblo, con una clara conciencia de ello, se mantuvo fiel a sus principios. De ello puede dar fe la cárcel y el exilio que lo acompañaron en parte su existencia. Dijo Luis Navas: “No ha sido fácil, esa generación que se inició con las luchas de mayo de 1958 no paró, nos frenaron en diciembre de 1989, probablemente ninguna otra generación clave ya ha tenido ese recorte, ha tenido ese desafío y podemos sentirnos orgullosos que cumplimos. Hoy Panamá es dueña de su territorio, hoy Panamá administra su Canal y en Panamá no hay bases militares”.
De una sólida formación académica en el área de la filosofía e historia, con una entrega responsable en la labor docente universitaria, con ejecutorias surgidas de la producción intelectual, cuya autoría, por ejemplo de la obra: El Movimiento Obrero en Panamá (1880-1914) muestran los niveles de identificación con los sagrados intereses del país. En la actualidad es director del Instituto de Estudios del Canal de la Universidad de Panamá.
Correspondiente con ese acumulado de lucha y de producción intelectual, la propuesta de Luis Navas para la Junta Directiva del Canal de Panamá, constituía, tal vez, una de las nobles y gratas mociones, puesto que dignificaría esa institución, que es de todos los panameños y no de ninguna clase social en particular.
Dijo el rector de la Universidad de Panamá, Dr. Eduardo Flores: “…hace unos meses, el Consejo Académico envió una carta al presidente de la República para que lo considere para miembro de la Junta Directiva de la ACP y esperamos que el nuevo gobierno tome en cuenta esa solicitud …creo que sería un hermoso legado y reconocimiento, no solamente a Luis Navas Pájaro, sino de todos los luchadores que han estado con él”.
A mi juicio, esta institución ganaba si así fuese considerado. Y no fue así. De pronto pudieron más los intereses económicos y políticos de los sectores de poder. Prevaleció la visión distorsionada de la dirección gubernamental del país, que, como históricamente ha sido, responden a los de arriba. Se impuso esa visión y por eso perdió la ACP sin Navas.
El autor es docente universitario
