Exclusivo Suscriptores
LACTANCIA MATERNA

Necesitamos información y apoyo

Necesitamos información y apoyo
Necesitamos información y apoyo

Durante mi primer embarazo recibí abundante información, desde cómo prepararme para el parto y hasta qué coche comprar. Pero el mejor consejo disfrazado lo recibí de una desconocida que me preguntó si ya me había preparado para la lactancia. Yo bastante segura respondí que sí (me había leído un libro y había escuchado una charla). Un mes después recordaría sus palabras, entendiendo que nada ni nadie me había preparado para lo difícil y agotador que era la adaptación a la lactancia.

Meses después, con la lactancia bien establecida, recordé nuevamente sus palabras al intentar balancear ser madre trabajadora y lactante. Los retos del primer mes de vida de mi hijo, cuando estaba convencida de que mi leche no era suficiente y preocupada de que no me aumentaba de peso, se volvieron exacerbados en el trabajo, con retos adicionales: estrés, pasar de la ternura de amamantar a la frialdad de la extracción de leche, lo complicado de encontrar lugares adecuados para ordeñarme y que los tiempos de mi agenda no eran los mismos tiempos de mi hijo, que esperaba su leche en casa.

Si durante esos meses nunca se me ocurrió abandonar mi sueño de dar pecho fue porque tuve información y apoyo. Decidí apostarle a la ciencia, que dice que amamantar tiene beneficios inigualables. Tuve un pediatra que no me dio la opción, la lactancia había que hacerla funcionar. Tuve un esposo que entendió que no era un tema de la madre sino de la familia. Tuve una madre que me acompañó esos primeros días compartiéndome sus consejos. Tuve el ejemplo de mi hermana dando pecho por un año con un solo seno luego de haber tenido cáncer de mama y una mastectomía. Tuve un grupo de apoyo en el que aprendí que la mayoría de las madres pasamos por las mismas dificultades, a cómo sobrellevarlas y a cómo prepararme para ser madre lactante trabajadora. Tuve apoyo de mi equipo y de mis colegas en el trabajo y tuve el espacio físico necesario para la extracción de leche (y además aprendí a ser más flexible, habiéndome ordeñado en carros, aviones, baños públicos, en oficinas de otros, salas de lactancia en diferentes países y puedo seguir agregando a la lista).

En el Ministerio de Gobierno inauguramos la primera sala de lactancia en 2017. Poco tiempo después me di cuenta de que nadie la usaba. Las madres trabajadoras no estaban amamantando a sus hijos, no por la falta de salas de lactancia, sino porque no tenían suficiente información para iniciar o apoyo para continuar.

Como madre y ministra de Estado entendí que me encontraba en una posición privilegiada donde tenía la autoridad para decidir en base a información. Una cosa era mi realidad, otra la de mujeres en el campo que no trabajan (las comarcas indígenas tienen tasas de lactancia mayores que el promedio) y otra realidad la de mujeres trabajadoras en áreas urbanas de clase media y baja, que salen muy temprano de sus hogares, que no tienen recursos para comprar ordeñadoras, con labores donde ausentarse de su puesto parece incompatible con el trabajo.

Como madre y ministra también entendí que la lactancia materna, más que un tema de familia, es un tema de sociedad. Aprecié que sus beneficios van mucho más allá del bebé y su madre y tienen el potencial para impactar positivamente al país en términos de salud pública, primera infancia, economía familiar, educación, equidad de género, entre otros.

Tenemos muchos obstáculos que superar. Hospitales que separan a madres de sus hijos después del parto. Una ley de lactancia que en gran parte no se cumple. Ambientes laborales sin salas de lactancia, sin horarios flexibles y sin superiores sensibilizados. Lugares públicos sin espacios adecuados para ordeñarse. Escasez de bancos de leche. Una sociedad que estigmatiza la lactancia más allá de los primeros meses. Desinformación, mitos y más mitos.

Yo sigo dando pecho, ahora a mi hija de nueve meses, y aprecio la diferencia entre la primera y la segunda vez: estar mejor preparada, informada y apoyada hizo toda la diferencia. Lo que propongo es que no permitamos que una madre decida no amamantar por escasa información, falta de apoyo, por creer en mitos o porque en el trabajo no la ayudaron. En este Mes de la lactancia materna en Panamá, ojalá todos entendamos que desde donde estemos, podemos informar, apoyar y fomentar más la lactancia materna, para el beneficio de niños, madres y Panamá.

La autora es exministra de Gobierno


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Del poder a los tribunales: los casos que cercan a altos funcionarios del gobierno de Cortizo. Leer más