La campaña de #NoALaReelección toma cada día más fuerza. Nadie sabe a ciencia cierta cuándo o quién la empezó.
Lo cierto es que la campaña ha salido de las redes sociales para estar presente en vallas, camisetas y calcomanías.
Es innegable que hoy es parte de la conversación cotidiana de ciudadanos en todo el país.
¿Por qué no a la reelección ? Podríamos quedarnos en una respuesta simplista: “es que todos son corruptos”, o con la campaña que ha salido ahora para tratar de contrarrestar el #NoALaReelección, diciendo que “tienes derecho a elegir”. Y, en efecto, la Constitución solo restringe la reelección inmediata de los presidentes, no así la de los otros cargos de elección.
El problema que tenemos es que alrededor de la reelección, especialmente de los diputados, se ha tejido una red clientelar que ha sido financiada por nuestros impuestos y afecta el desempeño de la Asamblea.
Los diputados abandonan sus funciones para dedicarse a ser súper representantes de corregimiento, sin tener la estructura y las capacidades para garantizar un mínimo de eficiencia y efectividad. El resultado son recursos desperdiciados, muchos casos de corrupción y la falta de respuestas a los problemas comunitarios que deberían ser resueltos por los municipios a través de la descentralización.
Además del desperdicio de recursos y la corrupción, está el abandono del debate de temas nacionales y la producción de leyes en beneficio del país.
Todos esos temas complicados o impopulares son engavetados e incluso utilizan su poder legislativo para proteger intereses particulares en temas que afectan directamente la calidad de vida de los panameños.
Un claro ejemplo es el tema del transporte, en el que tenemos una ley enfocada en proteger los intereses gremiales por encima del servicio que se debe prestar al ciudadano.
La reelección es legal y es una opción del ciudadano decidir por quién votar.
Es precisamente a esa decisión que apelamos con el #NoALaReelección.
Busquemos opciones nuevas y mejores, porque necesitamos una Asamblea Nacional con personas comprometidas con legislar en beneficio del país, fiscalizar la labor del Ejecutivo y que investigue y juzgue a los magistrados cuando haya mérito para ello, y no cuando busquen evitar ser juzgados.
Rompamos el círculo vicioso que ha desdibujado la Asamblea, convirtiéndola en un órgano clientelar y desconectado de su función constitucional. #NoALaReelección.
La autora es miembro de Movin