Organismos benéficos y la agricultura moderna



El uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes está contaminando todo el ambiente y ocasiona gravísimos problemas a la salud humana. Imaginamos que para producir grandes cantidades de alimentos es necesario usar plaguicidas. Sin embargo, por más de 10 mil años el ser humano practicó la agricultura sin usarlos.

La primera en alertar sobre este peligro fue la bióloga marina estadounidense Rachel Carson con su libro Primavera silenciosa, publicado en 1962. En él, Carson advirtió de los efectos nocivos de los plaguicidas en el ambiente, en especial en las aves.  El libro tuvo un amplio impacto social, contribuyó a la prohibición del uso del insecticida DDT, y dio luces para crear la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.  

Por siglos, muchas culturas agrícolas han basado su desarrollo en producir alimentos trabajando con la naturaleza. Estudios recientes mediante herramientas biotecnológicas han arrojado pistas valiosas sobre el papel importante de los microorganismos en la salud de plantas, animales y humanos.

Así, científicos panameños y extranjeros vinculados a entidades como Indicasat, Idiap, UP, UTP y Compañía Azucarera La Estrella, S.A., han resaltado el rol benéfico de los microorganismos  en el crecimiento y desarrollo vegetal. Otras especies son utilizadas para el control biológico de plagas insectiles que causan mermas en los cultivos sin utilizar plaguicidas.

Los suelos no son infértiles por falta de nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, sino por falta de microorganismos que cumplan su papel en el reciclaje de nutrientes y agua. Es vital restaurar los suelos agrícolas con los macro y microorganismos que han perdido por el uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes tóxicos. Aprendamos otra vez a trabajar con la naturaleza, y no contra ella.

El autor es investigador científico

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