Si hay una expresión cultural que nos hace vibrar a los natariegos son las presentaciones musicales de la Orquesta Juvenil de Natá de los Caballeros, a lo largo y ancho del país. Este es un proyecto de la Fundación Orquesta Juvenil de Natá de los Caballeros, prohijado por la Fundación Natá de los Caballeros Siglo XXI, que ha sido un agente de movilización social; para que los jóvenes que tienen aptitudes por la música encuentren oportunidades.
La música es una disciplina que no se termina de estudiar, se caracteriza por un entorno cambiante, que obliga al estudiante a mantenerse actualizado para poder ser competitivo. Su estudio demanda una serie de aptitudes como la constancia, perseverancia, disciplina y trabajo en equipo, entre otras, que trasladadas a otros escenarios, son factores determinantes para alcanzar el éxito.
Los miembros de esta orquesta aún están en la escuela primaria o secundaria, quienes apoyados por sus padres cumplen con sus obligaciones escolares y le dedican tiempo al estudio de la música; no obstante, quienes conocemos las vicisitudes de este proyecto apelamos a la solidaridad para que la Orquesta Juvenil de Natá de los Caballeros sea una institución que le brinde oportunidades a todos los jóvenes que tengan aptitudes por la música.
Para que la Fundación Orquesta Juvenil de Natá de los Caballeros pueda cumplir con sus compromisos, debe surgir un mecenas que de pronto asuma la responsabilidad de los honorarios de los profesores o que eventualmente pague el costo del transporte y atención de los jóvenes cuando son invitados. Estos mecenas cumplen con el principio bíblico que dice “No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”. Lo hacen porque creen que la cultura transforma los pueblos.
No se cuenta con subsidios de instituciones públicas y/o privadas, con lo cual se pueda hacer un presupuesto para que haya un programa sostenido que le permita a esta organización crecer y llevar su mensaje a comunidades que están ávidas por una expresión cultural distinta a la que campea en nuestro entorno.
Hay instituciones públicas que tienen responsabilidades puntuales en el tema de la cultura, que probablemente canalizando algunos recursos a la Fundación Orquesta Juvenil de Natá puedan cumplir con sus obligaciones. De igual forma, las empresas privadas a través de los programas de Responsabilidad Social Empresarial pueden solidarizarse con este proyecto.
Estamos convencidos de que los panameños cuando se trata de proyectos nobles y altruistas somos solidarios, que ayudamos cuando encontramos organizaciones sin fines de lucro. Nuestros aportes se suman a otros para hacer el bien común. Aspiramos a que los triunfos que han tenido estos jóvenes a través de la música sean un motivo de satisfacción para todos los que colaboramos.
El autor es miembro de la Fundación Natá de los Caballeros Siglo XXI