Panamá está haciendo grandes esfuerzos en materia de igualdad de género, en favor de buscar la equidad en el acceso al empleo y dentro de sus trabajos entre hombres y mujeres.
El Ministerio de Trabajo anunció la implementación en Panamá de estrategias público-privadas en pro de la igualdad laboral entre mujeres y hombres, cómo lo son proyectos de “Igualdad Laboral” y el “Sello de Igualdad de Género en las Empresas”, los cuales contarán con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los ministerios de Comercio e Industrias (MICI), Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu).
“El Sello de la Igualdad de Género en las empresas públicas y privadas será una herramienta utilizada para cerrar las brechas salariales y alcanzar la igualdad de género con énfasis en la autonomía y el empoderamiento”, dijo el ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles. Panamá sería el país número 13 en el mundo en contar con este sello de género para las empresas.
De la mano con el PNUD, Panamá buscará incrementar el número de mujeres en posiciones de toma de decisión, eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres, promover la participación de las mujeres en empleos no tradicionales y erradicar el acoso sexual.
En Panamá existe gran desigualdad de género, las mujeres son tratadas como un grupo minoritario, esto se hace notable en la escogencia de ejecutivos para puestos de toma de decisiones en diferentes empresas.
El 29 de enero de 1999 se crea la Ley N°4, “Por la cual se instituye la igualdad de oportunidades para las mujeres”, con el objetivo de desarrollar la política pública antidiscriminatoria de género por parte del Estado.
Un aspecto fundamental para el cumplimiento de esta ley consiste en reforzar la capacidad de impartir justicia para prevenir y penalizar efectivamente aquellos casos cuando comprobadamente se dé este tipo de discriminación.
Es importante combatir la discriminación a la mujer no solo porque conlleva a un estancamiento del progreso social, ya que las mujeres constituyen el 49.6% de la población panameña, son la mitad del potencial para el avance de la población.
Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para acelerar el desarrollo sostenible.
El autor es estudiantes de maestría en la UIP