“Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala”. Albert Camus (1913-1960), Premio Nobel de Literatura 1957.
Según un balance publicado el martes 18 de diciembre por Reporteros Sin Fronteras (RSF): “Un total de 80 periodistas fueron asesinados por el ejercicio de su profesión durante este año en el mundo. Se trata de asesinatos, de encarcelamientos, de secuestros o de desapariciones forzadas. En 2018 se registró un claro aumento de los actos de violencia cometidos contra periodistas en el mundo”, señaló el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
La libertad de expresión en muchos países vive enjaulada; el atropello que viven los periodistas es injustificable, especialmente en los países donde respira la tiranía, ejemplo vivo es lo que ha sucedido en estos últimos meses en Nicaragua. El periodista que en Nicaragua transmite la verdad es encarcelado y acusado de ser “delincuente, terrorista y golpista”.
Si viviríamos en un mundo ausente de información, viviésemos en un mundo de minúscula y descolorida respiración. La buena información es como el alimento, el aire y el agua que le da sentido a nuestro coexistir…
Cualquiera puede ser periodista, pero no cualquiera puede ser un excelente periodista. Es preocupante que ciertos sectores de la sociedad impidan que los comunicadores hagan su labor tal como debe ser, de informar siempre la verdad. El buen periodista nunca debe callar la realidad que conoce; el magnífico reportero es abogado de la ciudadanía, es un embajador del pueblo, nunca debe estar a favor de los corruptos, porque los corruptos en cualquier instante pagarán sus malas acciones y los periodistas serviles pagarán con él por ser sus mayores cómplices.
El periodismo es para el valiente, es para el justo, es para el de íntegro corazón. Felicidades para los excelsos periodistas que diariamente nos están entregando informaciones verdaderas. Felicidades hombres, mujeres, jóvenes y adultos, que en diferentes áreas del periodismo viven ejerciendo esta solemne profesión.
Los buenos periodistas actualmente viven en un mundo inundado de preocupaciones; cada día más comunicadores corren el peligro de ser asesinados, encarcelados o secuestrados por organizaciones que detestan que les denuncien sus perversas acciones, odian al reportero que le transmite a la población información auténticamente leal...
Uno de los gratos privilegios del periodista es que se relaciona con toda clase de persona, conoce diversas culturas e innumerables y fantásticos lugares. El periodista es tienda de información; los auténticos periodistas son luz en la oscuridad de la sociedad y los falsos son eterna tiniebla.
El autor es poeta y escritor