Exclusivo Suscriptores
ADMINISTRACIóN CORTIZO

Proyecto y visión

Proyecto y visión
Proyecto y visión

El gobierno de Laurentino Cortizo que está por inaugurarse debe trazar con certeza el proyecto de país que quiere alcanzar en el próximo quinquenio, definir su visión con metas claras y contagiar con optimismo a los panameños.

No hay términos medios ni espacio para equivocarse. No hay nada que negociar cuando se trata de reactivar la economía, recuperar la construcción, el comercio, el agro y la industria, revalorar el poder adquisitivo, generar empleos de calidad y dar seguridad a los ciudadanos. Tampoco hay nada que negociar en lo referente a la salud y la educación de los panameños, al acceso a los servicios de agua y saneamiento y al transporte público funcional.

Donde sí debe haber consenso es en lo tocante a cómo enfrentar el debilitamiento de la economía global y regional, la recesión en los principales clientes de la Zona Libre de Colón y el impacto en las operaciones del Canal por la guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y la República Popular China.

No cabe duda de que Cortizo y el equipo que lo acompaña están conscientes de que asisten al fin de un ciclo de 30 años de democracia ininterrumpida, caracterizado por una profunda desconfianza hacia las instituciones de esa democracia. La mayor desconfianza la genera la percepción de que el Estado está ausente de las necesidades ciudadanas. El fracaso del gobierno saliente se debió a la arrogancia de pretender administrar la nación en solitario, lo que se tradujo en incapacidad, improvisación y perversidad en la acción gubernamental, e incertidumbre, desasosiego y hartazgo como reacción ciudadana.

Panamá no puede salir del laberinto en que se encuentra, repitiendo los errores de la administración que se va. Para generar simpatía y confianza entre empresarios, trabajadores, movimientos sociales, académicos y el ciudadano que observa, el núcleo del programa del nuevo gobierno debe proyectar la absoluta convicción y la profunda certidumbre de que el país posee las condiciones para salir adelante. Y trazar un proyecto de país en el que todos caben.

Es posible albergar expresiones opuestas sin perder la identidad del proyecto de país. En la foto hay lugar para todos y para fórmulas que sinteticen reclamos que parecen incompatibles. Es de esperarse que haya quienes estén decididos a impedir los cambios que afecten sus intereses y privilegios. Habrá choques con la ceguera de las élites remisas a discutir las políticas públicas en términos más humanos y resistencia a cambiar el falaz discurso de que la sociedad panameña es más próspera e igualitaria que nunca.

Panamá no requiere un liderazgo iluminado. Pero sí el carisma de un conductor capaz de devolverle a los ciudadanos la seguridad de que no hay juegos ocultos y de que las cosas se harán diferente.

Cortizo debe proyectarse como un estadista humanitario, con la clara voluntad de gobernar para todos, con tacto y equilibrio, sin ambigüedades ni contradicciones. Habrá terrenos ignotos por lo que deberá transitar, para lo cual requerirá de un equipo cohesionado, con un solo director de orquesta y ninguna nota discordante. No puede dar dos pasos adelante y uno atrás. No hay espacio para ensayo y error, porque el tiempo corre en contra de los equívocos.

Finalmente, Cortizo y su equipo harían bien en tener en cuenta que el poder ejercido por todo gobernante proviene de Dios y que del uso que hagan de ese poder dependerá su éxito. A cada gobernante, Dios le dirige las palabras registradas en el libro de Isaías: “Tú no me conocías, pero yo te preparé para la tarea que tienes por delante”. También resultará importante asimilar la lección de vida expresada por Daniel al rey Nabucodonosor, de Babilonia: “Yo le aconsejo a su majestad que ayude a la gente pobre y necesitada. Tal vez así pueda vivir su majestad tranquilo y feliz”.

Es oportuno comprender estas cosas. Reconocer, como lo señaló el sabio rey Salomón, que “todo buen gobierno depende de que se practique la justicia”, porque “el orgullo de una nación consiste en que se haga justicia” y “la estabilidad de un gobierno se sustenta en que actúe con las virtudes de la compasión y la tolerancia”.

La filosofía de la historia es que Dios controla los sucesos del mundo. Al encumbrar o deponer a los gobernantes, demuestra que la fuerza de las naciones y de los ciudadanos que la conforman se halla en la humildad con que acepten los designios del vigía invisible que dirige los acontecimientos del planeta.

El autor es periodista


LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Estados Unidos incluye a Ramón Carretero Napolitano en la Lista Clinton. Leer más