Las pruebas idóneas contribuyen a la búsqueda de la verdad. Tanto en el ámbito de la justicia, como en medicina o hasta en deporte, existen herramientas para tomar decisiones de manera más imparcial. En materia penal, una prueba idónea es la evidencia que demuestra con suficiencia ante los ojos del juez la potencial presencia de un hecho punible, susceptible a ser jurídicamente acreditado. Las legañas que nublan los globos oculares de nuestros jueces, empero, impiden visualizar los contundentes alegatos sobre actuaciones delictivas de diputados. Un “honorable” ofreció detalles del chantaje del caso Cemis, mostrando, ante cámaras, el fajo de billetes de la coima; otro fue descubierto introduciendo “chorizos” en tercer debate de un proyecto de ley; otro, para ser elegido, confesó prometer obras que sabía no cumpliría; otro se fugó después de matar a una niña en atropello; y recientemente, muchos fueron acusados por el contralor debido a grotescas anomalías en sus planillas, sugestivas de un desfalco flagrante al Estado. Ninguna de estas perversiones ha sido acreedora de sentencia legal. O sea, robar nuestros impuestos no es delito, pero dejar de pagar al fisco sí te llevará a la cárcel. Aberrante.
La medicina dispone también de pruebas idóneas para suponer la existencia de enfermedades, que ayudan a determinar la necesidad de exámenes diagnósticos adicionales o intervenciones terapéuticas empíricas. “Tomar el pulso” es una medida sencilla para sospechar trastornos cardiacos o hemodinámicos. Esta maniobra permite detectar bradicardia (lentitud significativa de latidos), taquicardia (velocidad excesiva de latidos) o arritmia (irregularidad en ritmo de latidos). Las arritmias pueden no causar daño alguno, ser señales de patología cardíaca o representar un peligro inmediato para la salud (muerte súbita). Un cardiólogo es la persona más autorizada para dirimir la importancia de estas anormalidades y saber las acciones a seguir. La realización de un electrocardiograma (ECG) sería el siguiente paso, trazado que ahora se efectúa con equipos portátiles o aplicaciones móviles. Según los hallazgos encontrados, el experto ordenará monitoreo Holter por 24 horas, registrador implantable, ecocardiograma, angiografía coronaria o estudio electrofisiológico. Las arritmias pueden no requerir tratamiento o ameritar desfibrilización, cardioversión, marcapaso temporal o administración de fármacos específicos. El Dr. Frago no mintió en sus declaraciones, honrando la ética profesional, pero el circo mediático que se montó para lincharlo públicamente fue deplorable. Ignorancia temeraria.
Se utilizará, por fin, una prueba idónea en el fútbol. Las decisiones arbitrales dependen de interpretaciones de sucesos rápidos. Múltiples factores (cercanía visual a la jugada, dominio del reglamento, temperamento, presión del entorno) propician la frecuente ocurrencia de errores. Emulando lo estipulado en tenis, fútbol americano, baloncesto y béisbol, la FIFA ha decidido atinadamente incorporar el VAR (“video assistant referee”) para mejorar la objetividad en situaciones polémicas. Pese a las ventajas que ofrece el uso de esta tecnología en dar mayor rigurosidad a las apreciaciones del réferi, las pasiones de los aficionados seguramente provocarán dudas sobre el beneficio de la estrategia. Amanecerá y veremos. Mientras tanto, mis mejores deseos a nuestra selección, con o sin pruebas idóneas.
El autor es médico