El Incidente de Haymarket en 1886, que llevó a declarar el 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores, es un logro histórico del movimiento obrero del anarquismo socialista. Se disminuye la jornada laboral de 14 (incluso 18 horas) a 8 horas. Un tercio de la vida de un ser humano está vinculado a su trabajo. Actualmente, mantenemos las mismas jornadas sin preguntarnos si la fuerza laboral actual, conformada por una generación específica, es la más acorde a las necesidades cognitivas.
Y es que la mayoría de los trabajadores pertenecen a dos generaciones: xeniales y mileniales. Ambos se caracterizan por nacer (mileniales) o crecer (xeniales) en un ambiente que se caracterizó por la adaptación rápida a los cambios tecnológicos: del Betamax al VHS, luego al DVD y Blu-ray.
Y es que las necesidades actuales para un adecuado desempeño laboral (y adaptación) son distintas (¡un abismo!) con aquellas de finales de siglo XIX e inicios de siglo XX. Por lo que los empleadores (sobre todo si pertenecen a la generación X) tengan algunos conflictos para comprender a aquellos empleados de generaciones recientes (xeniales y mileniales). Y es que las teorías neodarwinistas se corroboran ante la adaptación neurosensorial de los seres humanos milénicos y postmilénicos. No es raro observar (y quedarnos boquiabiertos) la facilidad con que un preescolar manipula un teléfono inteligente, el teclado de la PC, la tableta y busca su cómica favorita en Netflix.
Entonces, debemos reformularnos la pregunta: ¿se trata de una falta de concentración? ¿O se trata de una adaptación cerebral tal que los modelos laborales y pedagógicos quedan obsoletos? Entonces, sería conveniente considerar un empleado de esta generación que conozca varios temas, sobre todo aquellos destinados a la tecnología de la información y la comunicación, y que sea multitarea; que no sean trabajadores de mantenerse entre cuatro paredes y sometidos a un escritorio, cuando su trabajo pueden realizarlo de forma eficaz desde su teléfono inteligente, mientras van camino al banco o a un evento relacionado a su esfera laboral.
Y es que el concepto de ergonomía es válido: no se ajusta el ser-humano al puesto de trabajo, sino el puesto de trabajo al ser-humano. Y esa adaptación debe ir de la mano de las necesidades (y habilidades) de los actuales hombres y mujeres, aquellos llamados xeniales y mileniales.
El autor es médico y filósofo de la ciencia