Como activista de los derechos humanos de la población afrodescendiente de Panamá, estoy sumamente molesta por el título y enfoque del artículo que escribió el Dr. Xavier Sáez-Llorens en el periódico La Prensa del día domingo 10 de marzo de 2019.
Cuando vi el título Una pequeña África en Panamá, me atrajo la atención porque pensé que inmigrantes del continente africano estaban estableciendo sus residencias en Panamá. Con mucha decepción, al concluir la lectura del artículo, vi que el Dr. Sáez-Llorens simplemente estaba contribuyendo a los estereotipos negativos del África que afloran en nuestro ambiente. En otras palabras, estaba describiendo las graves deficiencias de salud que existen en la comarca Ngäbe Buglé y asociándolos con las deficiencias que existen en el continente africano.
Lo triste de esta comparación es que deja en la mente del lector que África, que es el nombre de un continente de gran diversidad, es sinónimo de enfermedades crónicas, mortalidad, y la amplia gama de deficiencias de salud que confrontan los seres humanos. No cabe duda de que existen estas condiciones en el continente africano, pero también existen en otras partes del mundo.¿ Por qué utilizar el nombre del continente africano como sinónimo de estas condiciones?
Las luchas por los derechos humanos del negro en el mundo también comprenden la lucha contra la proliferación de imágenes y conceptos estereotipados del continente africano. Es obvio que el Dr. Sáez-Llorens tiene una imagen negativa del continente africano, por lo que termina su artículo con la siguiente frase: Tenemos una pequeña África en Panamá. Una vergüenza.
¿Cuál será su próxima declaración? ¿Culpar a los afrodescendientes de la situación en la comarca? Me parece necesario continuar alzando las voces de alerta a las condiciones de salud que existen en las comarcas indígenas y otras partes del istmo, pero sin contribuir a los estereotipos negativos que alimentan el racismo y las imágenes negativas del diverso continente africano.
La autora es presidenta de la Sociedad de Amigos del Museo Afroantillano de Panamá (Samaap)